viernes, 16 de diciembre de 2022

OLIMPIADAS MATEMÁTICAS EN EL PERÚ, EL DEMONIO DE MAXWELL Y EL ASUNTO "GÉNERO"



ANAL-ISIS-IN-SITU

Supongamos que en un universo X existen 1000 postulantes, entre varones y mujeres, que van a rendir un examen de matemática que consta de 100 preguntas para seleccionar 10 miembros para una próxima competencia. El máximo puntaje que se puede obtener en el examen es 100 puntos y el mínimo, desde luego, es cero. Esta claro que, en principio, dicha evaluación mide los conocimientos y habilidades matemáticas de los postulantes y el asunto de "género" está demás, pues se quiere seleccionar a los mejores representantes y elegir los más capaces. Pero las cosas son, en este universo X, algo diferente o, digamos, bastante ridículas.

En este universo X, supongamos que existe alguien, que tiene el "poder" de decisión (no digo de inteligencia) en alguna dependencia del Estado (por ejemplo, el Ministerio de Educación) y se le ocurre algo en su cabecita para implementar la "igualdad de género" (a ese alguien lo denotaremos con la letra I de I-diota), entonces I decide que los varones deben competir entre varones y las mujeres entre mujeres, pues el ful-ano o ful-ana cree que así se puede construir una verdadera paridad de género. Pero, para asegurarse con eso de la "igualdad de género", a I se le ocurre algo más: quiere que de los 10 que logran la vacante la mitad sean varones y la otra mitad mujeres y, de esa manera, el "genio" I se asegura, dizque, de tener una paridad de género. El lector atento ya se habrá dado cuenta que algo raro está ocurriendo o que la idea no es justa ¿Cómo hacer una evaluación que tenga esos resultados? Ahora no sé si esto puede llamarse evaluación o la idiotez de algún burócrata.  Para I la condición no se discute y crea una ley para que lo implementen en las bases del examen, entonces sí o sí debe existir en los "seleccionados" 50% varones y 50% mujeres. Entonces decreta que de las mujeres se debe elegir las 5 primeras con el puntaje más alto y de los varones los cinco primeros con el puntaje más alto. Pero eso del puntaje "más alto" no tiene, digamos, una cota superior fija y ahí está la esencia del problema o de la estupidez. Puede, ocurrir, por ejemplo, que el puntaje más alto de las mujeres sea 40 puntos y que el puntaje más alto de los varones sea 95 puntos, o a revés. Puede ocurrir más cosas en realidad y, entonces, la selección de los verdaderos talentos, ya sea mujeres o varones, se pierden. Por ejemplo que los diez puntajes más altos de entre todos los postulantes sean varones, pero por dicha ley se descarta cinco para poner a las cinco mujeres con puntaje más alto (entre las mujeres).  El ful-ano I actúa en este caso como del demonio de Maxwell (o para ser más claro: un pendejo), es decir, del experimento mental en termodinámica donde se supone la existencia de un demonio que es capaz de diferenciar entre moléculas de gas a diferente temperatura y separarlas en función de dicho factor, aunque en este caso incluye un factor, dizque, de "igualdad de género". En realidad, la búsqueda de la así llamada "igualdad de género" solo es un instrumento que premia algo absurdo. Alguien puede imaginar que para postular a una universidad se tome dos exámenes: uno para varones y otro para mujeres. 


Acompañe a ver esta triste historia...

Sí. Hecha la condición(ley), hecha la trampa. 

Supongamos que, 10 mujeres alcanzaron puntajes muy altos (también pueden ser varones), entre 95 y 100 puntos. En el puntaje de los varones, los 10 primeros alcanzaron puntajes entre 50 y 60 puntos (muy por debajo que de las mujeres). La ley del fulano I, el del idiota, dice que se debe elegir las 5 mujeres que alcanzaron el puntaje más alto y los 5 primeros varones que alcanzaron el puntaje más ''alto". Es decir, lo que hace la idea del fulano I, es descartar 5 mujeres que sí estuvieron a la altura del examen para elegir 5 varones que no obtuvieron un puntaje adecuado. Entonces la idea del ful-ano I permite que sean elegidos 5 mujeres y 5 varones, pero sacrifica 5 mujeres con calificaciones excelentes en nombre de la "igualdad de género". 

Bueno, esto esta ocurriendo en la primera fase de la ONEM, la Olimpiada Nacional Escolar de Matemática (en Perú). Quizás en Perú solo ocurre eso y, desde luego, no tiene que ver con "igualdad de género" sino con pura idiotez y no hace más que humillar y poner la condición de género en una situación donde no tiene nada que ver. Esa manera de evaluar, desde luego, no busca talentos, sino por el contrario hace que se pierdan verdaderos talentos injustamente porque está poniendo dentro de la fór-mula de evaluación un factor rídi-culo: género. Si no se hizo un reclamo formal es quizás por desidia o pereza o ya aburre razonar con burócratas idiotas o, simplemente, por ese asunto muy peru-ano de aguantar huevadas que se originan en idiotas con "poder". La situación es también así: hay idiotas con "poder" cuyas "ideas" afectan proyectos exitosos de muchos años.

Bueno, señores y señoras, ese universo existe. A continuación les presento las bases de la ONEM salida de la cabeza de no sé quién, pero es muy seguro que es del tipo I:

Se desarrolla con la participación de las y los estudiantes que cursan el primer, segundo, tercer, cuarto y quinto grado de educación secundaria de EBR. La clasificación se determina de la siguiente manera: 
  • En el caso de IIEE mixtas: clasifican un (01) estudiante hombre y una (01) estudiante mujer que obtuvieron mayor puntaje en cada nivel (Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3). De esta manera, cada IE conforma 03 equipos con un total de seis (06) estudiantes; tres (03) hombres y tres (03) mujeres de la EBR. 
  • En el caso de IIEE solo de hombres o solo de mujeres: clasifican las o los estudiantes que obtuvieron los dos (02) mayores puntajes en cada nivel (Nivel 1, Nivel 2 y Nivel 3). De esta manera, cada IE conforma tres (03) equipos con un total de seis (06) estudiantes, ya sean hombres o mujeres de la EBR.

Cualquier persona con tres dedos de frente (o hasta uno) se pude dar cuenta de la estupidez. NO SÉ si las bases cambiaran en el futuro, pero sí sé que muchos instructores olímpicos se han quejado de esa tontería desde ya buen tiempo y, además, esa tontería genera una desventaja para las competencias internacionales. 

lunes, 12 de diciembre de 2022

LAMASMANTA: SACERDOTE DE LAMAS: ¡NO TE DOY MI BENDICIÓN!



El hombre es el propio creador de su cielo
y de su infierno. Y no existen más demonios 
que los susurros de su propio ego.
---Eliphas Levi.


Cada 12 de setiembre se celebra en México el Día de la Virgen de Guadalupe. Y, en el Perú, en la ciudad de Lamas, en plena amazonia peruana, y a iniciativa de los vecinos del barrio de Suchiche, se celebra desde el 2018. La imagen de la Virgen de Guadalupe o Tonantzin, que en náhuatl significa nuestra madre, tiene su principal centro de culto en la Basílica de Guadalupe, ubicada en las faldas del cerro Tepeyac, al norte de la ciudad de México. En Lamas las celebraciones lo vienen organizando el comité del barrio de Suchiche casi todos los años (salvo el 2019 por la pandemia) con gran participación y, sobre todo, mucha devoción. En el barrio de Suchiche también existe una estatua en honor a Tonantzin ubicada cerca de una hermosa vertiente de agua (el agua que da vida y que es vida...). Al parecer las vertientes de agua son el aspecto común y concreto de Tonantzin. Escuché, hace algunos años, decir a una amiga que las vertientes de agua son sagradas, son lugares mágicos, que tiene una magia que rodea el espacio circundante...Sigamos, pero... ¿qué puede dar un sacerdote y qué tiene que ver en esta nota? El mortal, en esencia, no tiene que ver nada, pero su actitud es, en mi opinión, de eso que se puede llamar un asunto de ego inflado.  Ya veremos el caso del ful-ano más adelante y haremos una autopsia a su ser.



Este año en Lamas la celebración también se realizó con gran entusiasmo en el barrio de Suchiche. La gente compartió y participó de las actividades. Se compartió comida, chicha y bebidas como el uvachado que, hay que decirlo, tome lo suficiente para no perder ni mi franqueza ni mis desatinos ni tampoco el sarcasmo y, sobre todo, el sentido del humor. Aunque, desgraciadamente, ocurrió un roche o, hay que decirlo también, una falta de amabilidad total o, si se quiere, solo pura idiotez. El caso ocurrió en plena misa, en horas de la noche, y el hecho puede calificarse quizás de locura post luna llena, intolerancia sacerdotal, probablemente alguna prostatitis aguda o exceso de semen contenido en las bolas, talvez algún síndrome de diarrea mental teológica o la ignorancia de la existencia del sincretismo religioso. O, quizás, poca dosis de teodiversidad  o nada de cosmocentrismo, en fin, cierta comprensión de la diferencia. O, simplemente, respeto al otro. Sí señor y señora, el respeto al otro (al otro que eres tú, ya lo explicaré más adelante) y a su manera de ver el mundo. Al escribir está nota, después de tomar un poco de uvachado (debida alcohólica muy popular en Lamas a base de uva y aguardiente), trato de reflexionar sobre lo ocurrido y todo de lo que me he enterado. Quiero subrayar, además, que el uvachado, y cualquier chado, no ha intervenido en mis razonamientos. En peores mareaciones estuve y podía resolver ecuaciones diferenciales sin problemas. No sé, hay muchas hipótesis sin confirmar. Quizás sólo fue un acto consumado del susurro del ego del sacerdote (es decir, el ego que en otras culturas llaman el mismísimo demonio). Talvez sólo fue algún defecto de una psicología en construcción o un resultado de una personalidad exquisitamente pobre y vacía, probablemente alguna dosis excesiva de antropocentrismo supra teológico (charlatanería intelectual) o, simplemente, un rasgo fundamentalista de la verdad única manifestándose. O sólo le faltó un poco de humanidad, quizás un poco cortesía, buenos modales y amabilidad o, como dicen los ancianos de ahora, faltó eso que llaman educación o tener la palabra y el honor del Samurái (pido mucho creo, demasiado) ...No sé, no sé, no sé...hay muchas hipótesis, muchas, y no se puede tampoco descartar la idiotez...Lo cierto es que el sacerdote (de Lamas), o el asignado para un tiempo (finito) a una de las fíales de la empresa trasnacional llamada iglesia católica, al parecer no cumplió su contrato de bendecir (pues hoy las ceremonias también facturan y pasan por una burocracia al gusto de la arbitrariedad) y en plena misa dijo a los pocos devotos de Tonantzin, que llegaron con el anda de la virgen con gran alegría y esperaban la bendición, su sentencia macabra (o diabólica):

¡NO TE DOY MI BENDICIÓN! 


                                           "Krampus run"-Celebración en Munich-Alemania. 

No sé si el hombrecito de la sotana, el pobre mortal, ya lo tenía quizás todo planificado en su mente teológica-maquiavélica o en el lado más oscuro de su corroído hígado (pues su corazón no está desarrollado). No sé si era solo su acto malvado. El terrícola, al parecer, estaba esperando el momento para comenzar su escarnio, su exabrupto (que tenía más de bruto) y consumar su plan. ¿Pero qué se ha creído el señor sacerdote? ¿Poder? Al margen de la institucionalidad (empresarial de la iglesia), hay algo llamado buen trato. Hay que decir que cada pueblo tiene su tradición, su manera de ver el mundo, su cosmovisión y sus costumbres, más aún en un país como el Perú. Fácilmente el sacerdote hubiera anticipado este desaire o, simplemente, no se hubiera comprometido a participar de las actividades desde un principio. Lo justo seria devolver el dinero (si es que se pagó), pues se cobra por misa igual por los bautizos y matrimonios y hasta para la misa de los sepelios. También lamento que nadie, ninguna persona devota en la iglesia haya intervenido para decir al sacerdote unas cuántas palabras (quizás con ajos y cebollas) en defesa de la amabilidad y ponerlo de una vez por todas a su ya inflado ego como bolas desinfladas. Y me preguntó, después de más de veinte siglos (yo me entiendo), qué se habrá creído el fulano del negocio de la bendición. Después del roche, después del escarnio sacerdotal, muchos devotos de Tonantzin se sintieron mal, tanto así que una de las unshas se dejó intacta después y, simplemente, quedaron como preocupados porqué, dizque, el señorito no quiso dar su bendición. Los devotos, pues, esperaban a un buen polaco (no me refiero al fluido viscoso) pero fueron agraviados por la lengua oscura del sacerdote de nacionalidad, dicen, polaca. Qué tal raza, creyéndose el bendecidor en la tierra de la PACHAMAMA y la SACHAMAMA. Qué pendejo. El señor de las bendiciones se deja ver en cuerpo entero y en toda su enferma mente religiosa, espíritu-dual. No sabe el pequeño hombrecito que el Sol bendice con su luz, el cielo con la lluvia y la tierra con los árboles y los árboles con sus frutos, las aves con su canto y las flores con su perfume. No sabe que los niños bendicen con la sonrisa y que los chistes son más espirituales que los sermones. Y el ful-ano no quiere dar, dizque, su bendición que, además, no es gratis. Fresco el hombrecito. No quisiera hablar del pasado de la iglesia, incluso del reciente pasado, bastaría leer el libro La puta de Babilonia del colombiano Fernando Vallejo o recordarle al sacerdote lo que pasó con los niños indígenas de Canadá o el pagó a los papas o autoridades eclesiásticas por la compra del silencio impune. Es bien sabido que la santa inquisición no fue nada santa, fue un grupo criminal, una horda de asesinos y locos, entonces, ergo, se colige, que pertenecer a la iglesia (la organización) es pertenecer a un grupo que tenía un pasado criminal horrendo. Creo que los seres conscientes y libres ya no deberían buscar nada en la iglesia (y también en su infra-estructura), sino dentro de ellos mismos. Los sacerdotes siempre han vendido humo, infiernos y paraísos. Son los parásitos sociales de la historia. No tengo ningún respeto, como ya se habrán dado cuenta escasos lectores, por los sacerdotes (esto puede parecer una contradicción, pero se respeta a los seres; no a las personalidades y disfraces psicológicos). Esos seres, además, no tienen nada que ver como Jesucristo: el único cristiano que murió en la cruz, y después de él ya no apareció otro cristiano. Pero respeto mucho a los perros y a los gatos. Pienso que los gatos son seres más espirituales e inteligentes que todos los sacerdotes juntos. Respeten a los gatos, sino miren lo que le pasó a la selección brasilera en el mundial de fútbol de Qatar. 

                                                           No diga nombre, diga chivo. 
                                            Celebraciones de carnavales en Lamas, Perú.


Seguimos. La unsha que representa el árbol de la vida, que conecta el cielo con la tierra, estuvo presente en la celebración de Tonantzin. Hubo dos unshas, uno para los adultos y otro para los niños. Así que no todo estuvo con ese sinsabor gratuito producido por la sotana intolerante. Los niños sí celebraron su unsha. Los niños regalaron sonrisas, actos hermosos, locuras y travesuras.  Eso fue, entre otras cosas, lo bueno. Pero el señor de la bendición necesita una dosis de luz y también una purga de alguna planta maestra. Una de esas que le dé diarreas interminables y vómitos abundantes y, quizás,  de esa manera, se quede en silencio y escuche también el silencio y saque la basura de su mente y se de cuenta que el otro es él. No te doy mi bendición no es más que el ego inflado vociferando. Es la psicología del yo y sólo yo y nadie más que yo y yo tengo la verdad única.

¡No te doy mi bendición! Fue pues la sentencia del ful-anito parasitario (pues vive de otros y vende puro humo). Son los que hablan de amor en las ceremonias de matrimonio y esto y aquello, son los que condenan el cuerpo y juzgan todo el tiempo (sin conocer toda la historia). Este pequeño hombrecito, este polvo de estrellas solo escupió su sentencia así por así. No se vio en el otro. Quizás el ego gravita siempre en él, quizás el ego lo controla y, en su dizque misa, sólo consumó su deseo a través de su lengua y lo escupió en delante de los devotos:

  ¡NO TE DOY MI BENDICIÓN! 

Habrá que recordarle al sacerdotito que él es, en primer lugar, un ser humano más, es decir, alguien no acabado, que necesita conocerse a sí mismo, observarse mucho y crecer mucho (muchísimo).  Habrá que recordarle al ful-anito singular de las sotanas que no tiene que trabajar mucho, o nada, para llevarse un pan a la boca. Y recordarle que es también carne (y quizás colesterol), que de polvo viene (de polvo sale o se rompió el preservativo) y en polvo se convertirá y será absorbido por algún agujero negro como todos. Qué estamos todos de viaje por este mundo y que sólo es un ratito. Habrá que recodarle, una y otra vez, que es polvo de estrellas y un viajero más y que tratar a los otros como quisiera que nos tratasen a uno mismo es el sutra de muchas religiones. No aprendió nada, nada, este pequeño hombrecito. El tiempo lo consume y no aprendió que el otro no existe, que el otro es uno mismo y todo lo que haces a los demás te lo haces a ti mismo. No existen los otros, somos uno solo. No aprendió nada el curita. Nada. Se pasó exhibiéndose como un pavo real. Tragando frases de libros de teología cuando al levantar una piedra ahí estará y cuando respiras ahí estará. No aprendió nada. 

No te doy mi bendición...uy sí. 

P.D. Muchos lamistos ya no quieren casarse o bautizarse en la iglesia de Lamas por su exquisitez burocrática tanto así que la iglesia de Tarapoto está facturando más, pero también en Tarapoto cobran menos. Bueno, hay libre mercado y también libertad de elegir, incluso los precios por bautizo y matrimonio se prefiere pagar en Tarapoto. Ahora pues se entiende porque es un buen negocio que todos los integrantes de las promociones de las escuelas y colegios se bauticen. Multiplique cada niño o joven por cien soles y se obtendrá dinero como arte de magia. Esperemos que estos carnavales que se viene en Lamas el fula-ano no  invoque a su ser prejuicioso, pues ya ve demonios hasta en la propia sopa, en las máscaras de los chivos pero no en su propio espejo, donde se mira todos los días. 

Chao, escasos lectores. Tienen mi bendición que no es otra cosa que los buenos chistes. 

miércoles, 16 de noviembre de 2022

CRÓNICAS DE CUARENTENA SIN CUARENTONAS 20





CINCO MIL PENDEJOS

Estuve dilucidando si seguir o no con estas crónicas. Pero vi la cantidad de lectores en las estadísticas de mi blog: superan los cinco mil por cada entrega ¿Algo tendrán estás crónicas? ¿Ofrecen bonus psicodélicos de pandemia? ¿Ofrecen grados académicos al paso? Pues no sé.  No sé si proponer alguna hipótesis o alguna huevada que explique esto. Quizás sean solo más de cinco mil pendejos y nada más. Supongo, creo, que el confinamiento hizo posible un crecimiento exponencial de lectores ociosos como también el aumento de la taza de contagios. También aumento del autoerotismo (lo que hacen los jeropas) en tiempos de pandemia. No sé.  Hasta cierto punto también me preocupa el aumento de mis lectores. ¿Qué es eso de tener lectores? Uno no escribe, al menos yo, pensando en los lectores. Sencillamente escribo porque me gusta, me relaja y también me jode mucho. Lo último, lo que me jode, está más cerca a lo que yo llamo una metodología de meditación persistente. En otra ocasión, si me acuerdo, explicaré eso de meditación persistente. ¿Lectores? No sé, lo dudo. Uno ya no encuentra esos lectores de la vieja escuela, es decir, lectores de pura sepa y por el puro placer de leer. Ahora uno se encuentra lectores de memes, esos que consumen todo minimalista, que comen apurado los párrafos, que tragan las frases y sufren de estreñimiento verbal, que son eyaculadores precoces y quieren todo bien papeadito. Son también acumuladores jorobados y seres muy parecidos a las computadoras: archivan información y eso es todo. Existe también los lectores de periódicos. No sé qué hay que tener en la cabeza para estar enterándose por los periódicos de las estupideces que dicen o hacen los políticos peruanos cada día o leer sobre la vida de los jugadores de la selección de futbol y esto y aquello y demás tonterías que escriben ahí. Sin embargo, la industria que se dedica a alimentar a esos lectores ha aumentado con el tiempo. No sé. Me cuesta tratar de encontrar una explicación. También ha pasado mucho tiempo desde que empecé a escribir nuevamente en mi trinchera-blog y muchas cosas han ocurrido. Creo que, al fin y al cabo, me llegan todos estos los lectores. Creo que seguiré con mi asunto de siempre. Es decir, solo hay que leer, comprender y olvidarse (y nunca olvidarse). Es suficiente. 

CITAS, RESTAURANTES Y BERRINCHES

Esta historia podría llamarse El amor en los tiempos del coronavirus. Pero aquí no hay alguien parecido a Florentino que come rosas, bebe perfumes o, si no me estoy confundiendo, también le viene la diarrea por causa del enamora-miento.  Tampoco existe una tal Fermina que se hace la que no quiere y al final resultó tremenda.  Bueno, algunos lectores, me entenderán el asunto.  Creo que eso de la cita romántica en un restaurante hermoso ha sido alimentado por las películas y novelas mexicanas. No voy a negar que he tenido muchas cenas, digamos, románticas y otras muy parecidas a una batalla campal.  Las citas románticas en algún restaurante han perdido, creo, todo su esplendor de otros tiempos. No sé, quizás esa manía de escuchar y descuartizar todas sus frases mientras la escucho ha disminuido, creo también, cierta costumbre de no escucharlas y solo contemplarlas sin escucharlas. Ahora que me he vuelto un escuchador silencioso, casi un monje, me ha traído problemas gratuitos. Extraño esos tiempos en que era naturalmente distraído. La acompañaba sin acompañar, la escuchaba sin escuchar, pero si la quería como debe ser: con sus gritos, sus gemidos nocturnos, sus sueños húmedos, sus fluidos vaginales, sus borracheras, su ropa interior, sus ojos grandes, su cabellera de gitana, sus caprichos gastronómicos y, claro, sus berrinches. Ahora ya no soy tan distraído, eso creo, aunque no me atrevo a manejar una motocicleta aún. Pero ya no me olvido las fechas importantes. Antes me olvidaba su cumpleaños, el aniversario y hasta su segundo nombre. Pero, ella siempre estaba presente. Y tengo pruebas: le invitaba chocolates orgánicos, le llevaba a contemplar la luna llena en la playa, le recordaba que las estrellas estarán ahí por mucho tiempo y nosotros ya no, le traía siempre el vino tinto que le gustaba los sábados, le mordía sus labios y le besaba su cuello porque sabía que eso le gustaba, le hacía reír con mis chistes, le tomaba de la mano en invierno, le traía frutas, hacíamos el amor después de las peleas y hasta le tenía en mis sueños más extraños. Ella tenía su manera de joder y yo también. Si ella no me dirigía la palabra me daba igual, pues era muy distraído y no me daba cuenta de que estaba enojada hasta mucho tiempo después. Pero sí me molestaba que se meta a arreglar mis libros o mis papeles, pues en ese desorden yo comprendía mi orden. Creo que éramos buenos compañeros y amantes. Compañeros y cómplices para ser más preciso. Teníamos pues una relación franca y clara con las cosas que detestamos y las que nos gusta, podíamos llegar a ciertos acuerdos de convivencia o pactos sagrados. Éramos buenos amantes: el sexo era pleno, necesario, relajante, loco y también responsable. Pero bueno, y esto no es una excusa, la distancia fue más. La relación devino en, poco a poco, en una era de glaciación y virtualidad. Ya no era el mismo infierno amado de antes. Además, las cuarentenas se volvieron parte de la nueva situación. Entonces devino también una crisis para ella: mi silencio. 


CRÓNICAS DE CUARENTENA SIN CUARENTONAS 19


HISTORIAS PENDEJAS

La historia puede ser considerada, en muchas ocasiones, como una fábula autocomplaciente. Un nido generador de orgullo y, también, de muchas estupideces. Los políticos usan muy bien lo que yo llamaría, la memoria de la historia patriótica-bélica: un montón de huevadas convenidas para apelar al orgullo de los robots biológicos y que éstos además apoyen, y participen, en las matanzas de los unos a los otros (como yo no los ame) en las llamadas guerras. Y toda la escena macabra ocurre al mismo tiempo que los políticos se cagan de risa mientras observan, desde una cómoda oficina o bunker, a muchas personas morir por... ¿la patria? Los sacerdotes, en cambio, tratan en lo posible de tener amnesia(selectiva) sobre muchos asuntos macabros del pasado de su organización (criminal) que, hay que decirlo, no les hace buena fama ni, mucho menos, les ayudaría a mantener el negocio más exitoso de toda la historia de la humanidad: la iglesia. Esto no lo escribo para divertirme. No, de ningún modo. Lo escribo para no olvidar jamás a los miles de niños indígenas de Canadá asesinados en las escuelas que estaban a cargo de la iglesia, escuelas que no eran otra cosa que campos de concentración. Pero hay muchos crímenes más. Los Tiempos de la Hoguera y de la santa inquisición criminal se deberían conocer en las escuelas también, así como se estudia la historia sobre las guerras mundiales más sus personajes bélicos y todos esos psicópatas europeos. Eso, sin embargo, no ocurre desde que en muchas de las instituciones educativas están invadido por las sotanas que, además, trabajan de la mano con los políticos. Es tiempo, devotos y devotas, de liberarse del colonialismo mental. Entonces, pertenecer a la iglesia, a esa organización lucrativa, y hay que decirlo a viva voz, es pertenecer a una organización criminal de larga historia y de mucha impunidad. La iglesia no tiene nada que ver con la religión o la espiritualidad, solo es el negocio de la retórica del miedo/culpa, una trasnacional financiera exitosa, un parasito social que vende humo al 100% de impurezas.  En fin, la historia puede verse como una construcción al servicio de intereses particulares y, por supuesto, para hacer grandes pendejadas. La historia es muchas veces solo un cuento a la medida de los intereses de un grupo de pendejos y también puede servir para la búsqueda, acaso consuelo, de cierta identidad soñada (queremos ser sangre extrajera). Creo, ahora más que nunca, que la historia, que también lo aprendí en la escuela, está llena de eurocentrismo, racismo, sexismos y, sobre todo, de mucha y mucha pendejada. Tuve, como muchos, que conocer algunos detalles de la I y II Guerra Mundial (bueno, en esos tiempos consideraban mundo a toda Europa), ojo, sólo algunos detalles, pues, decían, es para no cometer los mismos errores del pasado, así decían, pero los comerciantes del complejo bélico mundial de ninguna manera opinan igual. No creo que en las escuelas europeas se enseñe, con cierto detalle, de los muchos holocaustos que causaron los saqueadores/asesinos europeos a los pueblos originarios del continente americano. Pero tuve que conocer sus guerras y bombas del avanzado mundo oxidental. Bueno, ya saben, los que escriben la historia siempre son los pendejos. Tuve, pues, que conocer la historia de sus guerras, de sus holocaustos, de sus bombas atómicas y todos sus personajes bélicos y, por si no fuera suficiente, dar un examen sobre eso.  Qué jodido.


EL QUE TERRUAQUEA AL TERRUQUEADOR
BUEN TERRUQUEADOR SERÁ



Hace mucho, creo que desde los años noventa, no canto el himno nacional. Quizás ya me estarán terruqueado (que se ha vuelto de moda) o acusando de que soy de patria roja (aunque soy de patria verde: no es por el cannabis sativa o índica, es porque nací en la Amazonia). Aunque, en estos tiempos, también tiempos pendejos, creo que los que más cantan ese himno, empezando por los así llamados padres de la patria, son los más traidores (incluso a su propio honor, si es que esa palabra se puede usar en ellos...) y no tienen más bandera que llenar sus bolsillos ¿La voz del pueblo es la voz de dios? Dios, señores, no puede estar metido en esas huevadas y politiquerías. Sigamos. No sé, tengo un oído atento y escucho la letra del himno y de inmediato se me entra, creo, un espíritu crítico y nada santo, y no tiene que ver con el tunchi, tampoco con un estado alterado de conciencia o un estado no ordinario, pero ocurre que empiezo a desmenuzar el himno y no sé qué me da y es, entonces, que me entra esa manía de desmenuzar todas las partes. Pues, creo, que debemos escuchar la letra del himno con sumo cuidado y que no sea como escuchar, sin escuchar, las mal llamadas canciones de bab bunny(los nombres de cosas se escriben con minúscula).  Ahora no quiero llevar a la morgue crítica el asunto, pero con el dios de Jacob, y ese Jacob mismo, ya hay mucho que desmembrar, mucho en realidad. Bueno, las mercancías religiosas también son de exportación. 

                                                   Parque de la Lupuna, Pucallpa, Perú


TARAPOTUS SIN LUPUNA MÁGICA


En mi visita a Tarapoto, ciudad fundada por un español que, al parecer, fue sacerdote (eso quieren creer los ciudadanos y lo creen...a pesar de que ya no tanto creen...pues, quizás, algo les dice en su interior, en el lado oscuro de su corazón, que deben ser más honestos o auténticos...pero bueno...la historia otra vez...) me encontré con que la plaza estaba cerrada: se empezó con la construcción de una nueva plaza. Bueno, a lo largo y ancho de Perú, en la sierra, costa y selva, la construcción o remodelación de plazas nuevas ya forma parte del folclore nacional como la falta de definiciones precisas y discursos ambiguos del presidente de la república. Los ingenieros, arquitectos y los chicos de presupuesto están felices con el nuevo proyecto que, dizque, tiene que reflejar cierta tradición, algo de ecología, también una dosis de modernismo y la identidad. Esa palabrita, moderno, es usado junto a desarrollo y progreso, como un aderezo de la retórica de los políticos, las palabritas son soltadas de la boca así por así. En realidad, casi nadie con un orgullo de ciudadano de pura sepa, puede oponerse a un símbolo de identidad, eso hay que creer. Bueno, después de cuarenta años, la plaza de Tarapoto entrará a una modernización y otros cambios profundos que harán felices a los ciudadanos, pero más felices a los chicos de presupuesto, ingenieros y arquitectos. Las autoridades municipales dicen que merecen una plaza de acuerdo a su desarrollo, dicen que será un lugar mágico (aunque ya derribaron algunos árboles) y recogerá elementos de la identidad, y tampoco perderá, dicen, las funciones básicas de una plaza cívica y dicen también que habrá iconografías de Chazuta y de las palmeras de Tarapoto (dicen que con ese nombre lo fundó un cura español en algún lugar de las crónicas de Narnia), dicen además que en el centro de la plaza habrá una alusión metalica a una palmera (tarapotus) invertida con catorce salidas de agua. El objeto metálico, en mi opinión, que estará en el centro es algo parecido a un hiperboloide hiperbólico que, claro, se le puede llamar palmera invertida para encajar en lo artístico pero jamás, quizás, en lo chabacano. Lo que estará en el centro de la plaza, quizás, puede estar como monumento geométrico frente a la fachada de algún instituto de investigación matemática. Dicen, además, que la pileta y las fuentes de agua representaran los recursos hídricos, eso será siempre y cuando Perupetro no intente, por enésima vez, y también promovido muchas veces por las propias autoridades locales,  penetrar o violar  la Cordillera Escalera en nombre de eso que llaman, dizque, desarrollo. Se espera que las autoridades no se hagan de la vista gorda con la problemática de la deforestación: eso perjudica los recursos hídricos. Incluso llamarlo así, recursos hídricos, encierra una trampa. Entonces no se olviden nunca, señores y señoras, de donde viene el agua que llega a los hogares de Tarapoto. Y, sobre la Laguna Azul, o la Laguna del Sauce, que en realidad lleva el nombre gracias a un árbol llamado sauce que abundaba en el lugar. No se olviden, señores y señoras, está pregunta: ¿a dónde va el desagüe de los hoteles y del pueblo de Sauce? No termina en ninguna laguna de oxidación, no. ¿A dónde se irá la caca de nivel internacional, nacional y local? Bueno, escasos lectores, me despido: chao. No lo tomen muy personal.

sábado, 24 de septiembre de 2022

INTRATERRESTRES, PENDEJOS Y SERPIENTES


Esta lectura no es para cualquiera. Ni cagando puede ser así. Es para demonios o demonias, ebrios o ebrias, locos y quizás locas...pero no tanto. Es para pirómanos y dipsómanos confesos. En realidad, tampoco es una lectura; quizás sea un fermento, una purga o líquidos vaginales mortales.  

Regresar al blog, re-re-re-ligarse. Religión. Lo-li-ta. Esas palabritas usadas así por así.  Regresar al blog después de todo este tiempo para escribir o desangrarse, joder o estar jodido hasta la médula ¿Regresar después de todo este tiempo?... ¿qué tiempo? Es como si uno quisiera dar una estructura de seguridad temporal a estas palabras inútiles. Quizás puedo escribir (los versos más tristes esta noche) que sólo es un período de post pandemia, una ilusión de la matriz, una manera de recaudar fondos para financiar las guerras del futuro o, más seguro, una época bélica-como todas las épocas-. Ah, eso sí, con todos sus aderezos nucleares y repleto de puros pendejos. 

De nuevo otra vez. La serpiente se muerde su rabo. Sumergirse de nuevo en la linealidad ilusoria del tiempo judeo-cristi-ano y de ese asunto llamado modernidad, ya no más. Los mesías nos han hecho tan mensos que estamos cagados. Ya no más ese modelo lineal mesiánico. Ni que uno fuera tan cojudo. Uno puede olvidar para siempre a todos esos pendejos que salen, dizque, a luchar por la paz mundial y la democracia, y muestran con orgullo sus trapos llamados banderas y también a sus héroes fabricados de carne (de cañón) y huesos de mercenarios. Esos cobardes: puros pendejos. Y esos pendejos están por todas partes igual que esos monstruos: los Estados. 

CONTINUEMOS. Es, entonces, cuando se cruza el puente de lo mundano a lo sublime. Es cuando ya no te jode que te jodan y aun así sigues jodido, sino que ahora estás fresco como la piel de una mujer después de tener un trío con su mejor amigo y su mejor amiga. ¿Escribiremos en otra ocasión sobre nutrición, salud y felicidad?

¿Qué podría escribir ahora? No sé, no sé y no sé. Decirme, señores y señoras, caballeros y damas rescatadas de épocas cucufatinas (uno puede crear palabras como le da la regalada gana). ¿Poesía? ¿Cuentos cortos? ¿O esos agujeros negros literarios llamados novelas que chupan el tiempo del lector monse y de los novelistas caca-senos?

De lo sublime a lo mundano. 
Y ahí están los seguidores de los parásitos. Los políticos tienen manadas de seguidores, hordas de bravucones, pendejos y pendejas. Una prueba más de que estamos en tiempos de decadencia sin esencia, de pura levedad mecanicista. Y ahí están ellos gritando en nombre de eso llamado pueblo, tragando sus gritos, sudando sus puestos de trabajo, cagando su evolución, jodiendo algún potencial de brillo de luz...yo no sé, yo no sé... 

Uno debería tener sus apuntes oníricos; quizás un diario onírico que sirva para la observación (de uno mismo). Empezar, pues, a describir los sueños, dejar que reposen por algún tiempo y que maduren pero que no se fermenten o quede putrefacto en manos de algún psicoanalista de esos que hay en el mercado de autoayuda o en las universidades. Y después, como una revelación del más allá o más seguro del más acá (interior), podamos leerlo, comprenderlos, intégralos y, finalmente, olvidarlos. Pero también, si uno está en las condiciones, se debería tener un diario visionario (¿qué chucha estas escribiendo señor?), describir/dibujar las visiones experimentadas/vividas, evitando escribir una especie de apocalypse now y, de ese modo, el nacimiento de nuevos grupos religiosos (pues ya tenemos mucha pendejada, bastante...), evitando también que se asome el yo-yo-yo-yo. Uno tampoco debería tener el prejuicio (o la pendejada) de que los ángeles (o las ángelas) son bellos (o hermosas). También son horribles como tus propios demonios o parásitos que habitan en tu casa o en tu templo, como esos que llevas encima ahora mismo. Pero, humanos (demasiado humanos) por tus acciones te conoceré, no será por tus palabras ni por tu carita de modelo de victoria secret. No mana, no. Bueno, lo que sigue no es poesía. 



Mi cuerpo está rodeado por serpientes hermosas. 
Vienen dragones y otros seres exóticos. 
Vuelan por todas partes.
Mi cuerpo es invadido por serpientes hermosas. 
Esas serpientes me observan muy de cerca, 
sus ojos están frente a mis ojos, 
son mis ojos
te tientan un no sé qué...misterio.
Los doctores, los que curan y son desencarnados, 
vienen de los otros cielos, 
hacen curaciones precisas en alguna parte de los siete cuerpos.
De alguna manera, 
que no sabría explicar, 
ellos curan con una tecnología muy avanzada. 
Usan rayos de luz o espadas de luz. 

                       (Pendesus, Libro XXX, p. 69)