jueves, 10 de junio de 2010

NOTAS ANTI-CUCUFATINAS



Ser honesto, ese es mi estilo. Aunque el mundo te vea raro cuando te comportas muy honestamente. Pero qué importa. Yo, simplemente, sigo la contracorriente y me siento muy bien en esa dirección. El mundo, con todas sus cosas cosméticas y falsas, me tiene sin cuidado como también los prejuicios y las actitudes cucufatinas. Esta ciudad, Trujillo, está lleno de cucufatitos. 

Tengo, eso dicen, problemas de socialización y mi carácter es casi jodido. Pero no creo que sea un problema en sí. Sólo que no me conocen. En fin, digo lo que pienso muy abiertamente. Eso es todo. Quizás no puedo socializarme del todo, y eso es una desventaja en el llamado mundo laboral. Pero trato de equilibrar mis defectos congénitos. Pero pinto, escribo poesía y tomo vino. ¿Equilibrio?

Soy muy sociable, sin embargo, con los libros y los personajes literarios. Por otro lado, el mudo math también hace que mi vida sea intensamente vivida. La literatura, además, lo complementa. Qué más puedo pedir.

Me gusta mucho hacer el amor. Hay algo mágico en eso. En ese momento, digamos, no soy. El fuego y lo salvaje toman una forma armónica a su manera o, para decirlos en breves palabras, estoy arrecho. 

Y, como ya lo dije antes: la poesía y la eyaculación tienen algunos segundos en común.