(Autor: eso no importa )
La ignorancia lleva al miedo,
el miedo lleva al odio,
y el odio lleva a la violencia.
Esa es la ecuación.
Ibn Rushd, Averroes.
Se viene un invierno gris y, matemáticamente hablando, interesante. Este invierno gris nos mostrará de qué estamos hechos realmente. Si estamos hechos de pendejadas más moco-lagrimas-lamentos o un sistema inmunológico saludable. Quizás también nos ayude a purgar la criollada y la pendejada nacional. Y quizás también el aumento de la pendejada sea exponencial como el aumento de los contagios. Las ecuaciones de los modelos matemáticos de la dinámica de propagación del virus nos mostrarán su capacidad de predecir. Repito. Los resultados de los modelos matemáticos no es la opinión de un periodista o cualquiera de esos que abren la boca porque sí y, dizque, hay que escuchar sus gesticulaciones o leer sus vómitos. No. Simplemente es lo que va ocurrir sino se cumple tal o cual acción. Es un asunto de causa-efecto. O, si se quiere, es la tarea de la escuela. La misma tarea que no hiciste y que tu padre solapó tu irresponsabilidad con excusas pendejas. Necesitamos mucha dosis de matemática. Y esto no porque vas a ser un ingeniero o un científico, sino para evitar la manipulación gratuita. En estos tiempos oscuros y de gran manipulación, la matemática es una luz potente. Yo no creo en esas huevadas de peruanizar el Perú. Creo que es más saludable matematizar el Perú y esto no significa hacerlo insensible, sino todo lo contrario. El analfabetismo funcional es uno de nuestros virus más endémicos y más famosos (igual que la corrupción), pero el analfabetismo matemático es quizás el menos considerado en nuestra situación problemática ¿Entendieron eso de aplanar la curva? No se refería, de ningún modo, a que tu enamorada no tenía buen trasero. ¿Y cómo van con la estadística o confiaron en la niñita del humo? Deseo que se entienda esto a la luz de la realidad actual y de sus consecuencias (monstruosas). Libranos del mal (y de las pendejadas también).
Tendremos que innovar. Tendremos que jugar el fútbol profesional a un metro de distancia. Los jugadores son ciudadanos como cualquier otro y la ley no contempla esas excepciones. Todos son iguales ante la ley (salvo los ricos). Y de esa manera los hinchas entrarán en su estado normalidad. Es decir, se sentirán orgullosos de su equipo, se romperán la cabeza en los barrios defendiendo a su equipo (quizás algunos se mataran), pintaran las paredes con los símbolos de su equipo, gritaran o estarán tristes los domingos, se emborracharán por su equipo, nacerá el nuevo bebe de un hincha y su papí le comprará la camiseta de su equipo para que use su nuevo hincha-bebe-aleatorio y, después, colgará una fotito en las redes sociales y escribirá: aquí un nuevo hincha, el recién nacido que repetirá una de mis idioteces en esta su nueva vida y donde proyectaré también muchas de mis huevadas. Lo siento, pero los hinchas tienen que ver con mucha violencia, gritos, himno nacional, sobrepeso, muchas huevadas, alcoholismo, accidentes de tránsito, pero menos con el deporte en sí. Gooooollllll.
¿Y después de la pandemia regresaremos a la normalidad? ¿Qué es la normalidad? ¿Acaso creen que el peruano dejará de consumir sus gaseosas? No sean cojudos. Incluso siguen consumiendo esos líquidos azucarados y su comida chatarra en plena pandemia sabiendo lo dañino que es para la salud. Es también un fenómeno paranormal ver a alguien lavarse las manos antes de comer en un restaurante que sea exclusivo o no. Y esa costumbre siempre ha existido. Usted mismo puede observarlo. Lo primero que hacen es mirar las pantallas de su celular y, muchas veces, también tratan mal al mozo y quieren experimentar, inconscientemente, el dominio hacia el otro. Lo último es una enfermedad mental bastante generalizada.
Nunca creí en eso de: te dejo de abrazar hoy para abrazarte después. Lo que en realidad eso significaba era: te dejo de joderte hoy para joderte después. La peste emocional es más contagiosa que la idiotez de los políticos hacia sus seguidores. Los seguidores se contagian por una fuerza de gravedad inexorable. Yo no sé. Cuando veo los mitines en tiempos de campañas presidenciales solo veo zombies y decadencia. Los moralistas virtuales se quejan de los políticos pero en realidad los más idiotas son los seguidores de los políticos. Qué enfermedad es esa de seguir y admirar idiotas. Un poquito más de consideración a los millones de años de la evolución humana. Incluso hay personas que pueden escuchar las entrevistas a los políticos en la televisión por horas. Yo no sé. ¿Acaso no valoran sus vidas? ¿Acaso no tienen autoestima? Sí la mente política es la mente de más baja consciencia y con el ego más inflado, entonces... ¿qué es un seguidor? La respuesta es simple: purita caca. Incluso compararlo con la caca es demasiado fraterno y muy condescendiente. El nivel de idiotismo de los políticos es directamente proporcional al idiotismo colectivo del pueblo que los elige ¿Quieren ejemplos? Tenemos los presidentes de Estados Unidos, Inglaterra y Brasil. Esos tres son los tres chiflados más famosos del planeta en estos tiempos de pandemia. En el Perú también existen muchos ejemplos, sobre todo de congresistas. Así que no me vengan a repetir esa fracesita pendeja que: la voz del pueblo es la voz de dios. Dejen de meter a dios en sus huevadas. Dios no es idiota. Tampoco me vengan a decir que mi líder tiene ideología y tradición y que representa a mi pueblo. Me cago en todo eso.
Esa palabrita mágica, pueblo, intenta justificar todo en la boca de los políticos. Dicen y repiten los políticos: el pueblo quiere esto y aquello, el pueblo no quiere esto y aquello....bla, bla, bla. Pero en realidad es purita pendejada. Examinen bien el uso de esa palabrita. Seguimos con esta vaina. Los libros de historia son una completa estafa y siempre lo han sido. Es como ir ha una capacitación pedagógica del ministerio de educación y escuchar huevadas por muchas horas para luego recibir tu certificado, con las horas acreditadas, por escuchar pura huevada. Y, luego, tener cierto orgullo de ser el capacitado por tal o cual institución. No sean pendejos pues. Pero hay que capacitarse, hay que coleccionar esos papelitos llamados certificados que, y esto debe ser comprendido, obviamente certifican y nadie, ni siquiera el ministro de educación, debe dudar de eso. El que capacita al capacitador buen capacitador será. Hay que capacitarse pues sino uno queda incapacitado.
Las guerras que narran en los libros de historia siempre dicen así: la guerra del país A con el país B, o la guerra del país X y los aliados W, Y, Z. Si uso cierta abstración es porque en esencia es así. ¿Acaso no es una abstracción eso del sentimiento patriótico? En el fondo esto es un ente manipulador y una prueba del nivel de idiotez de cierto individuo. Es una identificación, un ropaje ridículo. El sentimiento patriótico es también un eufemismo pendejo y convenido que usan los libros de historia y los políticos. Nunca te van a decir que las guerras son organizadas por un grupo de pendejos que han aprovechado el concepto de patria y la idiotez de las colectividades que fueron a matarse los unos a los otros por la pendejada de los políticos y para el beneficio económico de unos idiotas o la satisfacción del deseo de poder de un idiota. No digo que las guerras no han existido y que los crímenes tampoco. Solo quiero que se den cuenta de lo peligroso que puede ser una sola mente humana. Fueron tan pendejos que con los mundiales de fútbol o una visita del pontífice quisieron distraer sus crímenes en sus países. Fue lo que pasó en Argentina y Chile, respectivamente. Y los muy cojudos celebrando un gol o creyendo que fueron bendecidos por un polaco. Fue, queridos patriotas, purita pendejada.
Los humanos del mañana, si es que hay un mañana, se avergonzarán de como sus ancestros eran tan idiotas y podían ser manipulados, fácilmente, por una sola mente. El político siempre busca la división. Y, en esencia, eso es su trabajo: buscar la dicotomía para poder existir y joder. Lo mismo hacen los sacerdotes. El bien y el mal, el debes y no debes. Cuando hablo de un político no me refiero solo al que posee un cargo político sino a una mente política que puede pertenecer a cualquier individuo. El trabajo del político es lo más fácil porque el mecanismo de la mente es dual. Entonces, cuando lees algo de historia bélica, solo ten la completa seguridad que es purita pendejada y que los lectores más imbéciles se enorgullecen de esa historia de batallas, guerras, combates, héroes y de eso llamado patria. Cuídense del invierno, patriotas, y aprovechen si sale el Sol.
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