Es más de media noche. Acabo de ver el programa del Francotirador de Jaime Bayly que, personalmente, y también para muchas personas, sería lamentable, y trágico, si fuese el último. Pues es, entre otras cosas, mi fuente inteligente de entretenimiento y diversión. Y, además, Bayly estaba contribuyendo al debate político de una manera interesante, liberal, y, sobre todo, honesta. Había que decir que no tengo televisor. No me he acostumbrado a ese aparatito. No nací televidente. Para ver el programa de Bayly molesto a mi vecina o, como ahora, a un amigo de mi pensión una vez a la semana. Las veces que veo televisión son sólo los días domingo y, aunque usted no lo crea amigo lector, sólo es ese único día y a la hora de Bayly. Razones, creo que esta demás decirlas. Me gustan las tertulias inteligentes, espontáneas y divertidas. Bayly tiene todo eso. Además soy su lector. Leí su primera novela, si más no recuerdo, en el primer año del colegio. Nadie me había recomendado el libro. Mis padres no tenía control de mis lecturas y, por otro lado, me las ingeniaba para leer lo que me da la regalada gana. El libro sólo llegó por casualidad a mis manos por un compañero(no es aprita) que estudiaba en una universidad limeña y que venía de vacaciones a su tierra natal. En esa época mi compañero me dijo(creo porque a él no le había gustado el libro y se había arrependido de su compra al leer las primeras páginas) lo siguiente: llevate esa mariconada. Yo había tomado el libro. No permitiría que se lo botará sin antes leerlo. Es decir, sin antes hacerle justicia. Tenía la curiosidad de saber, al final de la lectura, cómo es que un libro puede ser 'maricón'. La verdad que, en un principio, leí el libro con cierto morbo y exitación, pues estaba en una época calenturienta de mi vida, había dejado de ser púber y me preparaba para conocer más, a fondo, el cuerpo de las mujeres. La verdad que el libro no me pareció tan escandaloso como se decía. Los que eran escandaloso eran los lectores cucufatos de nuestra sociedad cucufata. Me gusto la prosa ágil y provocativa de Bayly. Aunque en la última edición, dice Bayly, lo ha retocado, yo prefiero, de todas maneras, tal como lo leí en la primera edición. Quizás se tiene mucho miedo a Bayly, pues desnuda a la sucia política y eso no le gusta a muchos políticos. Desnuda a la política en el sentido de ser honesto, lo cual no es bueno para ningún político tradicional y muchos oportunistas( ayayeros y soboncitos) que hay en el Perú. Los políticos son deshonestos, como todo político, y ser honesto no es, claro está, una buena carta de presentación política. Bayly está siendo honesto, ha puesto sobre el debate temas interesantes. Lo cual no quiere decir que uno deba estar de acuerdo con él o que va suceder lo que quiere Bayly. Las ideas están para discutirlas, mejorarlas, corregirlas o rechazarlas, eso es lo que se tiene, y se debe, aprender en la campaña electoral que se viene o ya esta calentándose. Lo que no ha aprendido la mayoría de los electores, el pueblo peruano, es discutir ideas, escuchar opiniones, tolerar, proponer o refutar. Parece que se tiene una cierta tendencia a aceptar el populismo, la demagogia o el oportunismo de nuestros candidatos presidenciales o presidentes, es decir, a ser engañados a escala nacional todo el tiempo o, eso que esta de moda, ser víctimas de cortinas de humo. Yo ya estoy cansado de discursos. El Perú es cierto, ha cambiado. Pero su cambio no es radical o ascendente, cualitativo o revolucionario, es sólo un cambio de pollera.Yo apoyo a Bayly por su interés primal que pone al asunto de la educación. Pues estoy convencido que la educación, la verdadera educación, cambia a un pueblo como también previene la intolerancia. Sobre el asunto Ortiz y su acompañante de escenografía(Miyashiro, ¿así se escribe?), creo que Bayly tiene toda la razón en pensar que estos son los monos de circo. Sí alguien toca injustamente a mi chica o a mi mejor amigo, yo también le meto todo mi arsenal por el...bueno, eso ya les dejo para su anal-ítica imaginación. Escribir un libro, en el Perú, no es asunto que llame la atención o sea digno de admirar. Pero al diablo lo que piensen las mayorías. Escribir un libro demanda, entre otras cosas, tiempo, esfuerzo, placer, sacrificio y sudar la gota gorda de los sesos (y de la tinta). Los que han escrito por placer o por cualquier otra cosa, saben muy bien eso, y saben que un libro es un hijo querido, bueno o malo, pero hijo a fin al cabo. ¿Beto y su acompañante de escenografía saben eso? No sé. 'Beto tú a saber'. Sí, se tiene miedo a Jaime. El poder, y los políticos tradicionales, no ven con buenos ojos la candidatura de Bayly por la razón de que está abriendo los ojos a un electorado cegado, engatuzado y manipulado por los políticos tradicionales por décadas. Si la mayoría de los peruanos tuviera una educación de primera, estos políticos de ahora tendrían que desaparecer, nadie caería en sus garras-trampas-promesas. Y sus discursos tendrian que cambiar, pues el pueblo ya no es el mismo, ha cambiado, se ha educado. Imposible que sobreviva el floro o la manipulación de masas. Espero que Bayly siga en esta carrera. Que siga diciéndoles lo que tiene que decir a todos esos periodistas chupamedias, interesados, calculadores y egoístas. Claro, no hay que olvidar que el soboncito, el chupamedia o el ayayero son, desgraciadamente, personajes casi folclóricos en nuestro país ¿No señor ministro de justicia? BAYLY PRESIDENTE!!!
Me voy, pero volveré.