---Seung Sahn.
La identificación es el único pecado.
Se puede decir también, en cierto sentido, que es el pecado original o fundamental y, en última instancia, la identificación es la partícula elemental generadora de muchos problemas en este planeta. Los ejemplos están demás.
Las identificaciones más populares son: con la patria, alguna ideología política y con los grupos religiosos. Digamos que estos tres elementos son los que más se pueden identificar en la mayoría de los seres humanos. Estas identificaciones, o etiquetas para usar un término más cercano a su naturaleza en sí, pueden tener un matiz muy diverso dependiendo del tiempo y del espacio. No obstante, las etiquetas, en esencia, conservan su naturaleza de... etiquetas.
Las etiquetas de patria y de política son, en realidad y fundamentalmente, comportamientos-características primitivas y tribales. Muchos mueren por su patria, eso creen, o gastan sus valiosas energías en ideologías políticas. El problema es que, hay que decirlo y subrayarlo, ellos creen que tienen mucho tiempo. Estas etiquetas, sin embargo, son buenos filtros para identificar seres humanos(sólo por usar un nombre o etiqueta) que no han desarrollado un grado de, digamos, consciencia de sí o, para ser algo ilustrativo, que no son dueños de casa y que los caballos están fuera de control y el cochero está totalmente ebrio y ciego.
Otras identificaciones, de más bajo nivel, digamos nivel fango, pero existentes al fin y al cabo, son con la raza, el apellido, el título académico, la posición social y hasta con los equipos de fútbol.
Sobre la etiqueta con los grupos religiosos, una de las más peligrosas y nocivas para el planeta, sólo se puede decir que, si no es superada, y si los humanos no se despiertan pronto, este mundo se hundirá.
¿Alguién cree que el hombre está evolucionando?