sábado, 9 de enero de 2010

UN PREMIO PENDEJO

(Gato que sí sabe cazar ratones)

Sí, ya sé. Sé que es negrito y que, de pronto, llegó la black fashion a todo el país del tío Sam. Pero negrito, blanquito o coloradito, no es relevante al momento de tomar decisiones y aportar soluciones o pensar. Sí. No importa si el gato es blanco o negro, lo importante es que sepa cazar ratones. El carisma, el color, que se vista bien o que estudió en Harward o que es el reciente laureado Premio Nobel de la Paz o salve a los bancos de sus quiebras financieras, no salvará, de ningún modo, al Planeta Tierra, enfermo, grave.

Copenhagen ha demostrado ser  la evidencia de que el futuro les importa un bledo, pero que los bancos norteamericanos tienen que salvarse sí o sí. Que la Planeta Tierra les importa un pepino, pero que los imperios no pueden caerse. Que el mundo financiero es más importante que la supervivencia de la humanidad o que sé quiere seguir manejando millones de autos-CO2 en los países desarrollados y acumular riqueza al margen del llamado de la conciencia global y cerca de las puertas del desastre mundial. No sé a quién se le ocurrió que el hombre es un animal racional, creo que fue una definición muy apresurada. Oh, american life, qué triste y mediocre es. Quiero esto y aquello. Oh american dream(o pesadilla americana).

Obama recibió el Premio Nobel de la paz. Sólo puedo decir que estoy de acuerdo y no estoy de acuerdo. Me explico. Primero diré que no estoy de acuerdo con el premio por razones evidentes(Guantánamo, Afganistan, Irak) que no hace falta mencionar ni detallar. Ahora, por qué estoy de acuerdo. Pues es un premio 'muy especial' e inteligente. Los que propusieron el premio debieron pensar, digamos, 'por absurdo', pero acertaron. Es una manera sutil de manejar el mundo, de tocar el poder y dejarlo en ridículo, es la inteligencia supramaquiavelica, pero buenísima al fin y al cabo. Es un premio pendejo, pero que pone en jaque al que se le designa: al presidente. Un premio ineludible y que será como la conciencia latente de Obama, una conciencia que será visto a la luz de todos los ojos de los terrícolas si, por alguna razón, se sale de la raya y sigue el camino oscuro o claro-oscuro. Es un premio que es como una aguja punzante que, al primer mal movimiento, le recordará la frase: 'pero tú eres el premio nobel de la paz mister president, brother'. Sí, es el premio más pendejo y más inteligente que he visto. Es un manera sutil de joder al poder. Es una pendejada, la más genial de todas las pendejadas, en otras palabras, cagarón bien al presidente de los Estados Unidos. Claro, (no) estoy de acuerdo que Obama haya recibido el Premio Nobel de la Paz. Sí, estoy de acuerdo, de todas maneras, con la persona o personas que propusieron el premio para el negrito presidente que, si no toma decisiones y soluciones de una vez por todas, pasará a ser el triste primer presidente negrito de los Estados Unidos, el cual, claro, sólo será memorable, coloridamente hablando, y quedará lindo, como una frase singular, en los libros de historia. Pero al cambio climático le importa un pedo el color. Obama pueda poner en su CV que fue premio Nobel de la Paz y eso será todo. Y, espero, que el voto del ciudadano americano, en el futuro, no se parezca a la frase 'vote sólo porque era negrito y demostramos a todo el mundo que somos una país singular y desarrollado y elegimos al primer presidente negro'. Ya lo entendió monse lector, entendió lo del gato.

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