La estúpidez en las redes sociales: 'una enfermedad que nos está atacando a todos'(incluso a Gianmarco).
En las redes sociales hay muchas historias. Hay historias que tienen como actores a Justin Bieber y sus tonterias, a Kenji Fujimori y su cultura geneneral elemental, a Obama en el funeral de Mandela haciendo show y hasta a nuestro compatriota Gianmarco y su pataleta navideña a nivel nacional, toda una exquisitez de alimento para los que buscan hacer noticia y, claro, joder la paciencia, la paciencia de Gianmarco que no resistió pisar el clásico palito de las redes sociales.
En las redes sociales hay muchas historias. Hay historias que tienen como actores a Justin Bieber y sus tonterias, a Kenji Fujimori y su cultura geneneral elemental, a Obama en el funeral de Mandela haciendo show y hasta a nuestro compatriota Gianmarco y su pataleta navideña a nivel nacional, toda una exquisitez de alimento para los que buscan hacer noticia y, claro, joder la paciencia, la paciencia de Gianmarco que no resistió pisar el clásico palito de las redes sociales.
Ayayay, parece que la dinámica y la locura en las redes
sociales tiene para rato. Habrá que soportar o no(si cancela usted,
amigo lector, su cuenta y no lee los periódicos) la divulgación de éxitos
ajenos, la evidencia de alguna mala educación y hasta pataletas personales,
entre otras cosas(tonterias). Pero también toda una variedad de sabores
en vivo y en directo de cosas bien humanas, cosas que van desde el egocentrismo, pasando por narcisismo, hasta la megalomanía, etc.
Gianmarco en su laberinto(y en su estúpidez). Una historia más, como otras, que siempre aparecen en esta época google y de nunca acabar en las redes sociales, así hay que entenderlo.
Si todos tuvieran la misma cobertura de nuestras quejas, aún siendo justificadas, como las quejas de algún caso de corrupción o el de abuso de autoridad, entre otras injusticias que suelen ocurrir en el país, creo que en las redes sociales, como en la difusión por la prensa nacional, habría algún sabor de justicia y hasta de democracia. Pero no, Gianmarco es un personaje público y se tiene que difundir, y soportar, cada una de sus pataletas y estúpideces, él sabe perfectamente eso, sólo que no cáculo bien. Las personas comunes y silvestres no tiene tal difusión, salvo que te encadenes calato frente al palacio de justicia y, con suerte, tengas alguna cobertura. O alguna vedette muestre su poto y llame la atención y, de ese modo, pueda llegar a ser congresista(hay antecedentes). Pero no, Gianmarco tiene un mal día y entonces lo convierte en pataleta nacional.
Good bye Gianmarco?
Si todos tuvieran la misma cobertura de nuestras quejas, aún siendo justificadas, como las quejas de algún caso de corrupción o el de abuso de autoridad, entre otras injusticias que suelen ocurrir en el país, creo que en las redes sociales, como en la difusión por la prensa nacional, habría algún sabor de justicia y hasta de democracia. Pero no, Gianmarco es un personaje público y se tiene que difundir, y soportar, cada una de sus pataletas y estúpideces, él sabe perfectamente eso, sólo que no cáculo bien. Las personas comunes y silvestres no tiene tal difusión, salvo que te encadenes calato frente al palacio de justicia y, con suerte, tengas alguna cobertura. O alguna vedette muestre su poto y llame la atención y, de ese modo, pueda llegar a ser congresista(hay antecedentes). Pero no, Gianmarco tiene un mal día y entonces lo convierte en pataleta nacional.
Good bye Gianmarco?
Cuando todos pensaban que Gianmarco ya se había despedido de sus fans para ir a vivir en los Estados Unidos en una emotiva carta que colgo en las redes sociales y que saco mucho moco a sus seguidores, y donde dio bastantes consejos de chico bueno y se mostró como un ser equilibrado, casi una monje de buena vibra. Pero no duro tanto, pues de pronto le vino una especie de pataleta post noche buena sumado de reacciones pirotécnicas de personalidad y aderezado con rata blanca(o mamá rata) y cuetones. ¿Qué había pasado? Lo que le ocurre a muchos, entrar en discusiones fútiles por las redes sociales y pisar el palito con perfectos idiotas. Gianmarco no es la excepción.
Pero parece que nadie, o pocos, pueden escapar de la cocaína y la gasolina que ofrece al ego las redes sociales, y bien que le ofrece una diversidad de manjares que pocos pueden rechazar. Pero la cosa no ternimo ahí, Gianmarco hizo más moralina cibernética y crítico el medio que le da de comer(el que alimenta su ego). Pero ocurrió, en un acto heroico, de gran valentía, casi un ejemplo para los adictos a las redes sociales y la juventud peruana, que el pelado anulo su cuenta. Sí, como lo escuchan, EL PELADO ANULO SU CUENTA. Sin embargo, la droga esta es poderosa y el pelado no aguanto mucho tiempo.
Poco tiempo después, que Gianmarco cerrara sus cuentas de Twiter y Facebook, diciendo que las redes sociales eran una efermedad que nos está atacando a todos, reabrió(o recayó) otra vez su cuenta. Qué decepción. No paso más de una semana y Gianmarco no pudo más. Se sintió solo, desgarrado, sin fans, bajo de peso, empezó a fumar, no había nadie, su vida no tenía sentido, no había nadie que le llene de flores y likes, sufrió un crisis existencial. Diablos, parece que hay Gianmarco para rato...más sus pataletas y esto y aquello.
Poco tiempo después, que Gianmarco cerrara sus cuentas de Twiter y Facebook, diciendo que las redes sociales eran una efermedad que nos está atacando a todos, reabrió(o recayó) otra vez su cuenta. Qué decepción. No paso más de una semana y Gianmarco no pudo más. Se sintió solo, desgarrado, sin fans, bajo de peso, empezó a fumar, no había nadie, su vida no tenía sentido, no había nadie que le llene de flores y likes, sufrió un crisis existencial. Diablos, parece que hay Gianmarco para rato...más sus pataletas y esto y aquello.
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