viernes, 19 de abril de 2019

EL ÚNICO HIJO DE DIOS



EL “CRISTIANISMO OLVIDADO” (extr. por Jacob Needleman)



"El 'alma' no es una entidad fija... Es un movimiento que comienza siempre que el hombre experimenta el dolor psicológico de la 'contradicción'." El alma es una energía real, pero que se encuentra en una cierta etapa de inicio de su desarrollo y acción. Cada día, cada hombre individual más o menos común, experimenta la aparición de esta "energía" en su estado más embrionario. Siempre que hay dolor o contradicción, esta energía del alma se libera o es activada.
Pero casi siempre, casi sin ninguna excepción en absoluto, esta "energía nueva" es dispersada inmediatamente y se diluye en la nada. Cientos, miles de veces al día, quizás, "el alma es abortada". El individuo no se percata en absoluto de esta pérdida y permanece así por toda su vida. Sin la ayuda y guía necesarias, nunca alcanzará la orientación precisa que posibilite que estas experiencias cotidianas se acumulen.
Para el padre Sylvan, nuestro mentor, la mayoría de nuestras reacciones emocionales ordinarias –tanto las agradables como las desagradables– solo sirven para tapar estas "experiencias de contradicción". Y todos los comportamientos y acciones que surgen de estas emociones se acumulan engrosando la cobertura que tapa y conducen a subsiguientes reacciones emocionales. Un hombre queda atrapado así en el "automatismo de experiencias que no redimen", una frase que el padre Sylvan yuxtapone al "cuerpo de muerte" del que habla San Pablo.
El "cristianismo olvidado" es el poder del hombre, olvidado o perdido, de extraer la energía pura del alma de las experiencias que constituyen su vida. Esta posibilidad se hace clara solo en los momentos más vívidos o penosos de nuestras vidas ordinarias, pero puede ser descubierta en todas las experiencias si uno sabe cómo buscar... Ciertas experiencias fuertes –como el enfrentarse con la muerte o una profunda desilusión- se ven acompañadas por la "sensación de presencia": aparece una atención que está simultáneamente abierta a una mente más elevada, más libre ("Espíritu") y a todas las percepciones, sensaciones y emociones que constituyen nuestro ser ordinario. Uno siente ambas separadas y juntas de una manera nueva y totalmente extraordinaria. Uno experimenta "Yo Soy". Esto es el alma (su comienzo)...
Existe una relación entre las formulaciones del padre Sylvan y las enseñanzas de G.I. Gurdjieff. Este pasaje se produce al final de una charla dada por Gurdjieff en 1923 a sus discípulos del "Instituto para el Desarrollo Armónico del Hombre", en Francia. Aquí transcribo el siguiente pasaje completo:

El programa del Instituto, el poder del Instituto, la meta del Instituto, las posibilidades del Instituto, se pueden expresar en pocas palabras: el Instituto puede ayudarle a uno a ‘ser capaz de ser cristiano’... ¡Sencillo! ¡Eso es todo! Puede hacerlo sólo si un hombre tiene este deseo, y un hombre tendrá ese deseo sólo si tiene un lugar donde esté presente el deseo constante. Antes de "ser capaz", uno tiene que querer. Por lo tanto, hay tres períodos: "querer", "ser capaz", y "ser". El Instituto es el medio... Fuera del Instituto es posible "querer y ser", pero aquí es posible "ser capaz".
La mayoría de los presentes se llaman a sí mismos cristianos. Casi todos son cristianos "entre comillas". Examinemos esta cuestión como adultos. Doctor X; ¿es usted un cristiano?..., ¿Qué piensa usted: debería uno amar a su prójimo u odiarlo?..., ¿Quién puede amar como un cristiano?... Resulta que "ser cristiano" es imposible. El cristianismo incluye muchas cosas; hemos tomado solamente una de ellas para servir como ejemplo... ¿Puede usted amar u odiar a alguien a pedido?... Sin embargo, el cristianismo dice precisamente esto: amar a todos los hombres... Pero esto es imposible. Al mismo tiempo, es muy cierto que es necesario "amar". Primero uno tiene que ser capaz, sólo entonces uno puede amar. Desgraciadamente, con el tiempo, los cristianos modernos han adoptado la segunda mitad: "amar", y perdido de vista la primera, la religión que debía haberla precedido. Sería muy tonto que Dios demandara del hombre lo que éste no puede dar.
Actualmente se dice que la mitad del mundo es cristiana, la otra mitad tiene otras religiones. Para mí, un hombre sensato, esto no importa; son iguales a la cristiana. Por lo tanto, es posible decir que el mundo entero es cristiano, la diferencia está solo en el nombre. Y ha sido "cristiano" no solamente un año sino miles de años. Había cristianos mucho antes del advenimiento del cristianismo... Así que el sentido común me dice: Si por tantos años los hombres han sido cristianos ¿cómo pueden ser tan tontos como para exigir lo imposible? Pero no es así. Las cosas no han sido siempre como son ahora. Sólo recientemente la gente ha olvidado la primera mitad, y por esto ha perdido la "posibilidad de ser capaz". De ahí que llegó a ser de hecho imposible.
En el pasado, no todos los hombres eran llamados cristianos. Algunos miembros de la familia eran llamados "cristianos", otros "precristianos", otros aún, "no-cristianos". Así es que en la misma familia podían encontrarse los primeros, los segundos y los terceros. Pero ahora todos se llaman a sí mismo cristianos. Es ingenuo, deshonesto, imprudente y despreciable llevar este nombre sin justificación... Un cristiano es un hombre capaz de cumplir los Mandamientos. Un hombre que "es capaz" de hacer todo lo que se exige a un cristiano, tanto con su mente como con su esencia, es llamado un "cristiano sin comillas". Un hombre que en su mente quiere hacer todo lo que se exige a un cristiano, pero sólo puede hacerlo con su mente y no con su esencia, es llamado "pre-cristiano". Y un hombre que no puede hacer nada, ni siquiera con la mente, es llamado un "no-cristiano"... Traten de comprender lo que quiero comunicar con todo esto. Dejen que su comprensión sea más profunda y más amplia.
En relación a este pasaje de Gurdjieff, el padre Sylvan también escribe:

"La Pregunta" aparece no bien nazco y gradualmente es tapada por el mundo. Pero continúa haciéndose oír bajo la superficie, bajo las capas sobre capas de "auto-definiciones" que se van formando alrededor de ella. En un momento de fractura, la Pregunta sale a la superficie y su energía me transforma. En ese momento fuera del tiempo, "ser y ser capaz" existen, para utilizar el sagrado lenguaje de Gurdjieff...
El padre Sylvan prosigue describiendo esta experiencia en términos de la "parábola del Hijo Pródigo":
En este momento, el alma comienza su regreso del exilio, "habiendo gastado su sustancia", su atención interior, en sensaciones y pensamientos, que es la definición de emoción. Pero nunca, casi nunca, el alma recorre todo el camino; nunca, casi nunca, ve que el Espíritu, que es el representante de "el Padre", está corriendo a su encuentro para transformarlo... "La Pregunta" desaparece; la vida continúa una vez más como siempre. Pero quizás las cosas ya no son como antes. "La Pregunta" deja una huella en la mente, incluso en el ego. La mente comienza a buscar (¿buscar qué?)… Comienza a desear (¿desear qué?)… La Enseñanza está ahora conmigo para guiarme (¿guiarme hacia qué meta?)… La vida continúa como siempre. Pero dentro de mí existe una nueva meta. La Enseñanza le pone un nombre, pero no la explica. La Enseñanza conduce este deseo sagrado, "eros", hacia mí mismo, indagando, cuestionando, estudiando. Y veo que el acto de "auto-indagación" es en sí mismo una energía nueva, algo joven, que posee en sí mismo las marcas de una majestad futura… Gurdjieff verdaderamente me ha nombrado: "pre-cristiano"…
Según el padre Sylvan, fue un desastre para el cristianismo cuando adoptó la noción de que el alma del hombre ya existía en su forma definitiva dentro de la naturaleza humana. Esta noción acerca de la "existencia dada del alma" llevó a que identificáramos los pensamientos, sensaciones y emociones ordinarias con el alma, la parte más elevada de nosotros mismos, y por lo tanto llevó al inútil y equivocado esfuerzo por perfeccionar nuestro ser perfeccionando nuestros pensamientos, emociones y sensaciones, es decir, el inútil esfuerzo de alterar la emoción con el pensamiento o viceversa. La "enseñanza cristiana", como la presenta el padre Sylvan, dice, por el contrario, que estas funciones psicológicas son incapaces de alterarse mutuamente. El cambio, la transformación, solo puede venir a través de la acción de una fuerza objetivamente más alta: "el Espíritu". Y este "Espíritu" no puede encontrar vías de acción a menos que exista algo en el hombre que lo reciba y lo transmita a todas las partes de sí mismo.

La inmensidad y naturaleza revolucionaria de esta idea puede verse cuando se aplica a los esfuerzos de la humanidad de buscar en todo la felicidad. La persecución de la felicidad, que de una forma u otra es el impulso principal de toda la vida humana y de todo idealismo moral, es, desde este punto de vista, poco menos que un vano esfuerzo de la mente por cambiar las emociones, o viceversa. Pero el poder de alterar la estructura de la vida humana, tanto interior como exteriormente, no reside en una función parcial de la psique.

La única parte que tiene posibilidad de "cambiar el ser", o de servir de canal conductor a la fuerza que puede cambiar la totalidad del ser, es aquella función que puede entrar en verdadera relación, en verdadero contacto, con todas las partes del ser. El padre Sylvan concibe esta función como el poder de la atención unificada, que es el poder del alma...
Resumiendo, y para poner la cuestión de la manera más simple posible, la totalidad de la "tradición cristiana", según el padre Sylvan, necesita sólo una o dos correcciones. Escribe:
Dejemos que todo siga exactamente como está... Que nadie, en nombre de Dios, empiece a reformar nada. Que una o dos personas comiencen a reconocer en sus corazones que la Verdad es soportar y mantener la conciencia del Error. De este modo, aparece en el individuo el Espíritu Santo. Que una o dos personas comprendan lo que tiene lugar en el hombre en el estado de Cuestionarse a sí mismo. Que busquen ayuda para esto. Porque existe un método y un camino para profundizar y perpetuar el “estado de cuestionamiento”. Existe el conocimiento y la fuerza para apoyar esta meta. Este conocimiento y fuerza es el cristianismo de otro nivel... Busca lo que es posible dentro de ti mismo y lo que no es posible te será dado por añadidura...

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