lunes, 22 de mayo de 2017

PAPELITO MANDA, TELEPATÍA Y LOS SAMURÁIS

(Gato Samurái)

Ese asunto de redactar documentos no es mi fuerte y tampoco mi debilidad. No es que sea difícil. En realidad es muy sencillo y no requiere mucho esfuerzo mental: basta una maqueta y cinismo literario. Redactar documentos, en mi opinión, es altamente aburrido y rutinario. Uno puede dedicarse con mucha pasión a redactar artículos de divulgación matemática, escribir cuentos, escribir poesía o pintar un cuadro para alimentar al espíritu. Esas actividades son más saludables para el ser. Pero cuando uno entra al mundo burocrático la cosa se pone color mierda. Los papelitos, como las chicas reality o las tetas con silicona (sin paraíso pero con infierno), han invadido cada espinoso recodo de la geometría del mundo moderno. 

Los burócratas razonan con papelitos y cuando la razón o el sentido común ya no funcionan se recurre a los abogados. Sin duda los samuráis tendrían muchos problemas en este mundo actual pero también serían un tesoro viviente como ejemplo para estos tiempos google o, quizás, estarían muy ocupado cortando cabezas de personas corruptas que han deshonrado el honor y la confianza. 

Dar la palabra ya no sirve para nada para muchos individuos. Es casi ya un mito, una leyenda que se pierde en el tiempo, es una reliquia arqueológica o un pequeño dinosaurio imaginario. Los documentos en sociedades civilizadas, como las solicitudes o los oficios, etc., han invadido desgraciadamente también el mundo académico. Atrás quedaron los tiempos de los samuráis donde dar la palabra se consideraba un hecho. Ahora se pide un documento hasta para el matrimonio. ¿Qué diablos esta pasando? Esto es un verdadero manicomio. Ni el amor se ha salvado. Pero qué es eso de que el amor posea un documento para garantizar el amor. ¿ Dónde quedó la confianza? Respuesta: la confianza quedó en un papel. 

Cuando uno empieza a escribir un documento sigue ciertos patrones ya establecidos no sé por quién y con qué criterio. Hay que escribir algo así: Me es grato dirigirme a usted. Pero ocurre que en realidad para mí muchas veces no me es grato dirigirme a tal fulano o tal fulana. Pero quieren tal formalidad y piden prácticamente que uno se auto-engañe y engañe a otros. Por educación y respeto a la autoridad dicenEsto es una locura. En realidad decir todas esas palabras cordiales no es saludable, pues no garantiza cordialidad ni mucho menos sinceridad. Tanta falsedad en  gratitud y respeto inflaría el ego de algún servidor público como esos que existen en las instituciones que se han creído todas esas falsas cortesías y alabanzas y, cosa peor, se han identificado con su cargo. Por el bien de esos fulanos o fulanas es mejor ser claro y honesto, 

Escribir  me despido cordialmente tampoco es de mi agrado. Pues cómo puedo despedirme cordialmente de un fulano que muchas veces es corrupto y no respeta a sus semejantes o su ego ha crecido tanto que ha perdido total identidad de ser. Hacer eso no seria ayudar en su crecimiento. 

Quizás, por ejemplo, debería escribir.

Señor rector: 
No me es grado, de ningún modo, dirigirme a usted. Si escribo este documento es porque me queda claro que la honestidad o dar la palabra no es algo que usted comprenda o practique. Tampoco me dan otra opción. Usted sólo ocupa ese cargo por el dictado que sigue a su persona, o ego, ese dictum del "poder por el poder mismo", ese era el sueño de su vida, de su ego y quizás con ese sueño cumplido ya podrá morir alegre. También hay que decir que el desarrollo de la universidad en sí le importa un pedo. Su vida, señor rector, ha sido desperdiciada de esa manera: buscar poder y etiquetas agregadas a su nombre. Qué tontería.  Lo siento señor, alguien tiene que decirlo por su bien, pues estar rodeado de ayayeros es toxico y sólo le dirán mentiras convenidas. Yo nada puedo hacer con la decisión que ha tomado en su vida. Ahora, en el ocaso de sus días, usted no tiene la consciencia que ha desperdiciado completamente su vida: no se conoce. No quiero firmar ni escribir mi nombre a lado de su nombre(en el mismo papel)  desde que yo no lo conozco. Y desde que muchas autoridades son corruptas no puedo poner la mano al fuego por usted, pues existe alta probabilidad que cometa(cometió o cometerá) muchos delitos. 

La fiebre y el memorandum. Hace algunos años, cuando una tarde de invierno tenía mucha fiebre, mi solicitud fue enviada a la directora de una institución para justificar mi ausencia a una reunión de coordinación. Pero fue rechazada o no creída por decir la verdad.  Parte del papelito  fue redactado así:


... por motivos de encontrarme mal de salud no pude asistir a la reunión programada para el día...habiéndome curado con medios caseros(miel y limón) no fue posible presentar un certificado medico y, además, no tengo mucha confianza en los médicos de ahora desde que muchas universidades en el país tienen dudosa formación académica...

Sí, no funcionó: otro papelito de nombre en latín llegó inmediatamente a mis manos: un memorandum

Sí, escribir documentos no es mi fuerte. 

FUTURAMAEn el futuro, cuando la telepatía este desarrollada, los abogados desaparecerán. En su lugar existirán los fiscales telepáticos. Los jueces telepáticos y el órgano de control telepático. Cualquier delito será descubierto y juzgado por mecanismos telepáticos además de mecanismos científicos.  Ya no se jurará decir la verdad con la mano en un libro(la biblia), será suficiente presentarse ante el comité telepático y que pases pruebas de telepatía introspectiva y interrogatorio telepático.  Ser un fiscal o miembro del comité telepático no será un carrera académica ni mucho menos política, sino una alta responsabilidad de un ser de consciencia elevada. Habrán centros especializados donde se estudiaran muchas técnicas telepáticas que fueron usamos hace muchos siglos por los chamanes de la Amazonia. 

Me voy. 
Y no me despido cordialmente. 

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