viernes, 12 de diciembre de 2014

VIERNES VERDE

Despierto. Viernes. Día libre. No hay que ir al trabajo hoy. Tampoco voy a viajar a Otuzco esta vez. Eso es bueno, saludable. 

El Sol promete salir hoy con su gran ojo.

Recuerdo mi sueño, pero no voy a escribir sobre el asunto onírico esta vez. Hay que desconectarse del pasado y de los amores pretéritos.

Pienso en ella. En su sonrisa. En lo bien que está ahora después de su viaje solitario y en la sonrisa fácil que tiene. Lindo. Pienso en sus manos y sus manos suaves entre mis manos. Lindo. Pienso en sus ojos y en toda la locura honesta de mi parte. Lindo.

Me despedí féliz ayer por la noche y me fuí volando de su hogar.

Exprimo el jugo de cinco limones en un vaso de agua con un poco de sal rosada. Tomo el jugo. El limón tiene un ph ácido, pero con la saliva se convierte en alcalino. El limón es muy bueno para muchas cosas, entre ellas limpiar la sangre.

Compró siete paltas al señor que viene a vender todas las mañanas. El señor grita paaaaltaaaa, paaaaltaaaa, paaaaltaaaa, paaaaltaaaa y, de ese modo, sé que él está cerquita. Salgo a la ventana y le hago una seña. Salgo de mi habitación descalzo y bajo las escaleras. Saludo. Escojo las paltas. Me despido del señor de las paltas. Es un señor que agradece bastante. Educado a su manera. La palta es un gran alimento. 

Escribo un poema que no es mi poema. Es de ella y para ella. Escribo  el poema en mi blog y también en un papel. 

Escribo. Leo. Escribo. Leo. 

Escribo la carta-poema. Termino de escribirla y me voy a su casa. El Sol cumplió su promesa hoy. Entregó la carta-poema a la señora encargada del cuidado de los bebes antes que ella viaje. Que tenga un buen viaje.

Me voy a buscar medias, tobilleras, en el lugar de siempre, por el centro de Trujllo. Mucha gente. Trato de comprar rápido y regresar a casa.
Mediodía. Compré una cabeza de lechuga, una porción de espinaca, 5 limones, aceite de oliva y camote. Ya tengo las paltas. Voy a preparar mi ensalada de viernes verde. Mi almuerzo. Me gusta hacer mi ensalda. Disfruto mucho al preparar mi alimento. Es algo que tiene su propio tiempo, su espacio y su magia.


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