viernes, 13 de enero de 2023

DISCURSO DE DINA BOLAURTE: EL PRINCIPIO DEL FIN



EN LA MORGUE

Fecha interesante: viernes 13. 

No quería escribir nada. Nada. Pues ya me estaba acostumbrando a, digamos, cumplir las reglas del shabat. Es casi la medianoche. Acabo de ver-escuchar el discurso de Dina Bolaurte en Youtube casi por casualidad y bueno, me puse en modo escribidor y, también, me puse los guantes para la autopsia. Pues, señores y señoras, binarios o no-binarios, rojos o no-rojos, diestros o zurdos, estamos en un caso post mortem político peru-ano otra vez. Es el eterno retorno político peru-ano de nuevo y también el eterno show.  Es, si se quiere, el principio del fin, y ese principio husmea de cerca, entra por los pantalones ministeriales, las tanguitas rojas congresales o las faldas presidenciales; entra por los ojos, los quebrantos, las palabras, y ese principio llega tarde o temprano, e inexorablemente, a su fin...a su clímax, asu mare. Amén.


MOTIVACIÓN
ACLARACIÓN ANTI-TERRUQUEADOR

Aclaro que no me interesa los políticos como seres que hay que seguir, conocer o aprender algo nuevo (que no existe). Ser seguidor de un político es una evidencia concreta de la ausencia de inteligencia básica y, también, de falta de autoestima. A mis ojos, un mitin político puede verse como la representación de la decadencia en masa.  No me interesan los políticos como seres; me interesa, digamos, solo su psicología: son los seres con el ego más grande y la consciencia más baja. Un interés clínico desde luego. Me interesa, pues, estos objetos autómatas-biológicos desde la mirada de la patología psicológica. La ciencia invierte mucho tiempo en el estudio de cosas que pueden hacer gran daño a la humanidad. Por ejemplo, los virus (no se olviden de las épocas de la cuarentena) o los objetos extraterrestres que pueden impactar en el planeta (los dinosaurios lo saben muy bien). Pero los seres que han hecho más daño en el siglo pasado a la humanidad (y continúan haciendo daño este siglo también) son, como nunca antes en la historia humana, los políticos o, más exactamente, la mente política o los parásitos sociales. Europa lo sabe muy bien, pues con la I y II Guerra Mundial creo, supongo, deduzco, algo deben haber aprendido por allá...dije creo. Incluso estos seres parasitarios reciben premios Nobel de la Paz. El Premio Nobel de la paz del 2016 y 2009 son, quizás, de lo que los humanos del futuro se avergonzarán y hasta vomitaran. ¿Tantas guerras y tanta sangre y reciben un premio por la paz?  Es la mente política premiada, el ego en pleno orgasmo. Bueno, el mundo es así y yo nada puedo hacer. Solo puedo escribir esperando no ser terruqueado y si me terruquean los declaro personas no grata  y robots biológicos.
                                             Otro clásico show de los políticos peruanos: 
                                                   si cantas eso te pueden terruquear.
                                        
Sigamos pues con estas palabras de escribidor. Una sola mente ha sido la responsable de tantas muertes en el pasado. Nunca, como antes, hubo tantas guerras en tan poco tiempo y por decisión de una sola mente: la mente política. La humanidad del futuro, si es que existe tal cosa o logra sobrevivir a grandes cambios globales concretos o a las locuras de los políticos, se quedará estupefacto o avergonzado de cómo sus ancestros se influenciaban tan fácilmente por estas mentes políticas. Para concluir, entonces, puedo decir que el estudio de la mente política, es decir, el estudio de un mal concreto o una epidemia política global, es importante para prevenir futuros acontecimientos que pueden hacer un daño concreto a la humanidad o lo que queda de ella. Bueno, sigamos con este expediente clínico de patología política número DINA20222023. 

¿UN ASUNTO DE POSICIÓN?

Antes de seguir tengo que decir mi posición y mi hipótesis: en el Perú no existe grupos de izquierda o de derecha propiamente hablando. Lo que hay son estados pasajeros de grupos organizados para un fin personal común y estos grupos se alternan, es decir, la izquierda puede ser de derecha y la derecha puede ser de izquierda en cierto momento, más aún, estos grupos conviven en armonía (aunque aparentan desarmonía), se necesitan los unos a los otros para sobrevivir, es la eterna danza macabra. Lo que existe son también disfraces, intereses personales y show retórico, lo último es casi parte del folclore nacional. En la contienda política siempre se busca que exista dos bandos para que el show de las mentes políticas pueda existir y sobrevivir, es decir, se quiere aparentar una lucha entre el bien y el mal, no digo que la lucha no existe en concreto, pero en esencia es el show, un medio para el fin supremo. Se necesita, pues un enemigo, una guerra que este dentro de un marco dual. Esta estructura bélica política se aprovecha, en un principio, de las necesidades de eso llamado pueblo que es también su campo de batalla y después, una vez ya en el poder, se apoyan en un monstruo frio, el más frio de los monstruos, el así llamado el Estado que dice, y repite una y otra vez, que el Estado es el pueblo. Entonces los políticos aparentemente mutan, pero siempre fueron así. Entonces, el Estado, esa abstracción pendeja, ese truco intelectual, es el nirvana soñado de todo político y es, además, lo que puede satisfacer a su inmenso ego. El político usa también, en su versión más monse, la frase la voz del pueblo es la voz de dios que no es otra cosa que la lengua y el interés de un político camuflándose con una dosis de pueblo-dios. Pero, seres conscientes, Dios no es idiota.  Bueno, espero que quede claro mi posición sin posición, pues los terruqueadores andan por ahí como hienas.  El que terruquea al terruqueador buen terruqueador será. 



LA RETÓRICA NO CUAJA

Dina acaba de dar un discurso o, para ser honesto, acaba quizás de leer un discurso escrito por algún ful-ano (o fulana) que ignora toda la perspectiva y la realidad histórica peruana y, sobre todo, que calcula, quizás tembloroso, cómo hacer que su experimento retórico a pedido cuaje en el campo de batalla o, tal vez, el que escribe el discurso intenta cerrar los ojos de lo que pueda pasar en un futuro próximo y tener la absurda esperanza que, de pronto, se llegue a una posición de normalidad. Pero no, demasiado inocente, quizás el asesor vive en la burbuja llamada la capital del Perú.  Pero no, todos saben quién será la única responsable en el futuro y quienes se lavarán las manos después y ya sabemos cómo se escribirá est en los anal-es de la historia. Dina ahora es muy útil para algunos, pero esos algunos saben perfectamente que no durará mucho y llegará el momento de descartarla y Dina quedará solita repitiendo frases de la biblia y ella adoptará el modo no entiende porque le hacen tanto daño y que además es mujer. Aunque otros mandatarios se hacen los viejitos enfermos (y cojudos) y otros se suicidan, ella adoptará una posición bipolar. Como en otros episodios políticos en el Perú, se sabe en qué lugar terminan esos seres a los que el poder, dizque, los ha transformado y han abusado de ese poder hasta crear ríos de sangre o ríos de todas las sangres. El caso Dina es, digamos, un milagro para el bando diestro. Dina es solo una actriz política que beneficia, casi como un milagro, a los chicos de la derecha, ellos están felices porque tiene un instrumento útil que les cayó del cielo, pero tiene fecha de caducidad y saben, perfectamente, que el equilibrio de poderes ahora está a su favor y hay que aprovechar el tiempo para legislar y preparar a cancha para el futuro. Sí, Dina prácticamente les está haciendo el trabajo gratis. El asunto es qué ocurrirá después y cómo terminará está triste historia de una mente política. Sin embargo, eso es fácil de adivinar: los chicos de la derecha se lavarán las manos y Dina quedará en el estado cuántico permanente de abandono, una cosa que antes fue útil y que ahora ya no sirve. Todo tiene su final. Hay mucho miedo en Dina, pero su ego es muy grande y ella no quiere soltar el poder (pues sabe en esencia que no lo tiene del todo y que tiene que portarse bien con sus nuevos amiguis). El ego es así. Ella tiene miedo y está borrachita de poder, quiere pensar que saldrá libre de polvo y paja...y sangre al final, quiere creer lo que quiere creer, está en una etapa de negación, de sueño de poder y continuidad mientras los chicos de la derecha se cagan de risa desde los inicios de su gobierno. Si Dina hubiera leído, pero muy cuidadosamente, a Nicolás Maquiavelo, El Príncipe, tendría mucho cuidado en seguir los consejos no solicitados de sus asesores. Ella se está inmolando, solo que no está enterada. Ella también sabe lo que hace pues ya está grandecita, y también ya está aprendiendo a usar el miedo, la memoria colectiva, su condición de mujer y la prensa. Cualquier instrumento es útil para justificar el fin...personal o el hambre de su ego. Ella comprende eso perfectamente. Ella, pues, sabe lo que hace, pero no quiere pensar mucho en el futuro, eso lo aterra. 

La boca de Dina es, para los asesores, sólo un instrumento para sus fines. Los chicos del otro bando, los así llamados zurdos, también tratan de sobrevivir, aprovechan la situación, se ponen en el estado de, digamos, junto al pueblo y en contra del estado, pero eso solo es un estado pasajero, ambos bandos(alternarles) buscan, pues, el estado del nirvana llamado Estado, es decir, ambos se dirigen a la búsqueda del más frio de los monstruos fríos. Y, bueno, eso es todo el show, el carnaval político con todos sus disfraces y, casi, el show folclórico de siempre. 



PERDÓN... NO SABE...LO QUÉ HACE
(Sí sabe, lo que pasa es que se hace que no sabe)


                                              Perdónala Glatzer: típico show político peru-ano.

Dina acaba de pedir también perdón por las muertes de los que protestan (no dice en manos de quién), perdón que llega con retraso y, sobre todo, con el clásico cál-culo político peru-ano que se acerca más al principio del fin y que es también la sintomatología de, digamos, temor al futuro o la que te espera. Ella, pues, pide perdón, y ahora ya no está en el modo que no entiende porqué protestan, sino que, de pronto, le entró una revelación y ahora entro en el modo que entiende algo de los que protestan y de las necesidades de los pueblos olvidados (por siglos) y es ese mismo pueblo que, ella lo resalta a menudo, también pertenece y, al mismo tiempo, que ordenó reprimir, por no decir, acaso disparar ¿Conmovedor? Sin embargo, la pobre señora no ha entendido nada de lo que debe entender y creo también que no se da cuenta de lo que lo espera: lo van a traicionar sus repentinos aliados. Dina entiende lo que su ego quiere entender. El grupo de los así llamado los de derecha (que en Perú es una manera eufemística de decir a los fulanos que obedecen a sus jefes y cuidan sus intereses económicos) están saltando de alegría en un solo pie, pues saben muy bien que, repito, al final de esta historia, ellos se lavaran las manos y Dina, bueno, quedara solita y aislada recordando aquellos tiempos de ceremonias, condecoraciones y el poder que daba el nirvana

LAS MUJERES YA NO LLORAN
(NI POR INTI NI BRYAN), 
SINO FACTURAN Y... NO RENUNCIAN

Sobre el discurso no hay mucho que decir, son los clásicos discursos de siempre y en el Perú ya es parte del folclore nacional. Hay malos escribidores de discursos y malos asesores, pero al fin también es su trabajo y ellos no serán responsables por la lectura de Dina. Antes del discurso también se preparó los aplausos virtuales que están de moda en las redes y en la prensa. ¿En Lima creen que el pulso nacional se mide mediante twitter? Es importante la coordinación, incluso con los trolls y dueños de los periódicos. Eso lo saben bien. Hay que dar la imagen de que ella sí se pone los pantalones y no cederá.  Los discursos están llenos siempre de cálculo y, sobre todo, llenos de falacias. La mente política apela a todo medio o a todo lo que pueda para convencer: patria, religión, género, familia, color de piel, raza, economía, pérdidas económicas, perritos inocentes, turismo, muertos, fútbol, desarrollo, terrucos, progreso, dios, etc.  Por ejemplo, en el discurso de Dina, entre otras falacias más, uso esto: 

...acaso temen esos machistas radicales que una mujer provinciana, una mujer del pueblo pueda hacer bien las cosas...


Es el típico argumento que dice, soy una mujer y por eso me odian. La mente política, sin embargo, no es femenina ni masculina, no tiene raza o alguna otra etiqueta, pero le gusta usar esos disfraces. Le gusta también victimizarse. 

Dina pide perdón, acusa con especulaciones y salta a conclusiones, lamenta las muertes, se indigna, los llama hermanos y hermanas, pero al mismo tiempo también usa esas muertes para su discurso, pide rechazar la violencia, pero los videos de la poli disparando dicen lo contrario. Ella quiere creer que si sale del poder habrá caos  y que es entonces algo fundamental para la paz, busca apelar a la indignación convenientemente, pero se olvida de que ella es parte del problema, se hace la que no entiende cuando la conviene y la que la entiende cuando es beneficioso para sus fines.  Esto no es un atributo de Dina únicamente es en realidad, de cualquier mente política. Y el discurso sigue o, si se quiere, el cálculo, la maña, la especulación a pesar del torrente sangriento de pruebas o, si se quiere, de polis disparando a diestra y siniestra.


...hoy sabemos que un tipo de armas de fuego y municiones habrían ingresado al país por el sur del Perú, esas son los que podrían haber causado la muerte de nuestros compatriotas...


En esta parte usa habrían ingresado o podrían. Los abogados usan esta frase para no comprometerse y estar al modo especulativo para, como se dice, no tener problemas porque la lengua dijo demás. También usa la palabra sur que todos saben a qué se refiere, pero prefiere sur para dar la dosis ambigua. Ella sabe, perfectamente, que el asunto de los disparos, con ese tipo de munición, es el que más la compromete y, además, los expertos saben que es muy fácil determinar los responsables del uso de ese tipo de municiones ¿Pero el investigador se investiga así mismo? Eso de terruquear las protestas (salvo del bando de la derecha) ya es parque te folclore nacional, ahora hay otro recurso: evotizar las protestas. ¿Por qué ya no se menciona mucho a Venezuela? ¿Será que ha pasado de moda? Bueno, desde que a Guaidó fue removido de su cargo por encargo del tío Sam las cosas cambiaron. El tío San necesita petróleo urgente y, por arte de magia, ha empezado a mirar al gobierno de Venezuela con ojos diferentes. Son otras ligas, es la política internacional y a ese nivel tiene un alto grado de hipocresía y los maquillajes son más intensos. ¿Quién queda ahora como el cuco? Bueno, el tío Evo y, entonces, se empezó a evotizar las protestas. Así que Evo, Evo y Evo será el nuevo cuco mientras pueda usarse. 



El uso de la palabra pueblo es muy frecuente entre los políticos y Dina no es la excepción en su uso. Decir el pueblo quiere o no quiere, el pueblo busca o el pueblo demanda, etc., da una impresión de muchos o de una colectividad, pero en realidad esconde simplemente el interés personal de la mente política. 

La OEA está calladita y no tiene la energía de los reclamos de otros tiempos y en otros escenarios, la ONU también está en silencio y en otro show internacional, el tío Sam está ocupado en otras tierras con tanques y misiles y los derechos humanos no entran a su discurso en ciertos casos. Bueno, la mente política es, pues, igual en todas partes del globo. 

Podría seguir en esta morgue y desmenuzar toda está retórica. Pero mi tiempo es valioso y estar analizando los mismos cadáveres no es mi verdadero oficio: soy poeta.   

ME VOY, chao escasos lectores.