sábado, 16 de enero de 2010

UN LECTOR RAMPANTE


Mi libro favorito es El barón rampante de Ítalo Calvino, escritor italiano que nació en Cuba o escritor cubano que es de Italia. En fin, es un escritor de este planeta. Las razones son muchas, entre ellas que me identifico con el personaje principal, un verdadero rebelde con causa o sin ella, Cosimo Piovasco di Rondò, y otra razón, muy poderosa, es que yo sé lo que es subir y vivir en un árbol. Claro que también existen razones literarias, pero no quiero hacer el papel ridículo del crítico, no es mi oficio. Sólo soy un lector compulsivo. Siempre recomiendo leer ese libro, quizás porque hay una relación entre Cosino y yo, pero también es un libro que he llegado a querer desde un inicio y ahora es parte de mi vivencia literaria.
Aún me queda la imagen de Cosino cuando salta de un árbol a una soga que pendía de un globo aerostático y desaparece en el horizonte. En ese momento glorioso, Cosino, se hizo para siempre inmortal. Barón Rampante soy también desde entonces, un barón que camina por las calles de la ciudad de Trujillo despreocupado. Cosino no es un mediocre o un burro como Tarzán; es un hombre culto y sabio, pero sin caer atorrante como los intelectualitos peruanos que fueron a Europa a pulirse, dizque. Además, Cosino ama los árboles de una manera que si hubiera una Cosino en el planeta estaríamos muy bien y los que deforestan estarían muy mal. También este barón es un lector compulsivo, un hombre consecuente y un buen degustador de las mujeres.
Leer pues El barón rampante, y dejar de una vez por todas los periódicos y la televisión en el lugar donde pertenecen, la basura. Chau querido lector, especie en extinción.

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