jueves, 14 de enero de 2010

CRÓNICA URBANA.


Salí de mi biblioteca habitación a las 4:30 p.m.(puta-desu-mare). Fui a dejar mi CV que de ninguna manera significa culo violento. Otra vez salir al mundo urbano, pisar el lomo de pavimento gris( o del mostro gris) con mis sucios, usados, y viejos ALL STAR color celeste, o algo parecido, que me regalo mi hermano. Otra vez tratar de acostumbrarse a la bulla. Mentira. No me he acostumbrado. Ni cagando me acostumbraría a esos horribles ronquidos urbanos. La ciudad crece hacia arriba, se levanta como las aves al cielo, edificios por todos lados, horribles mostros paralepipedos, y cemento y más cemento. ¿Por qué no les gusta los árboles en está ciudad? La mayoria parece amar el pavimento, les gusta sembrar cemento y ya se han acostumbrado a respirar CO2. Los árboles, por otro lado(el mejor lado), son tranquilos, son buena gente, silenciosos, tienen un bonito color verde y su forma es de naturaleza fractal. En fin, son buenos amigos verdes(no me refiero a los marihuaneros). También, en esta Ciudad de la Eterna Primavera(no sé a cual imbécil se le ocurrió tal nombre), se cambian las tuberías del desagüe por otras de mayor capacidad: hay demasiada mierda trujillana. La ciudad crece, como también el número de autos, delincuentes y universidades. Bueno, al menos asi dicen llamarse esos lucrativos negocio que forman 'profesionales' y muchos corruptos. O mejor lo diré asi: en las calles se forman los delincuentes y en las universidades los delincuentes que roban legalmente y engañan al pueblo y a los que pagan su plata para ser engañados conscientemente(o no): los cachimbitos. Los cursos universitarios, sin duda, se están volviendo un completo chiste, un chamullo académico, un floro, es decir, una completa huevada, en muchas universidades. Luego no nos quejemos de las negligencias médicas que abundan en Trujillo o las malas obras de ingeniería o los maestros que no saben lo que enseñan, etc. El Perú avanza, pues, hacia las profundidades, es una apariencia que se 'parece' a la propaganda por televisión de alguna universidad o de algún candidato presidencial. Ahora me viene a la mente dónde habrá estudiado el ministro de justicia, Aurelio Pastor, que habla tanta huevadas por televisión. Ah, perdón, ser ministro en el Perú no es gran cosa. Bueno, dejemos ese asunto. La ciudad pues crece, crece como un gordito norteamericano o como un niñito que es asiduo visitante de KFC o McDonalds. Es verano, no hace calor, a veces hace mucho frío. Claro, los imbéciles políticos mandarón a la completa mierda a Copenhague 2009. Me voy, tengo dolor de cabeza, o, en un lenguaje a lo naranja mecánica, me duele el mosco. Chau, delicado y frágil, pero comprometido, lector.

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