miércoles, 12 de noviembre de 2014

CRÓNICAS DE UN VIAJERO POR ACCIDENTE


Esto es mi experiencia personal de los viajes. En principio, no me gusta viajar. Me causa mareos,  malestar corporal y otras cosas desagradables. Pero, por cosas que me he propuesto hacer, estoy tratando de, digamos, incorporar los viajes a mi vida en tiempo record, una especie de curso intensivo. Aún estoy en el proceso. Para dar una idea del nivel de avance todavía llevo mentol, alcohol, algodón, bolsitas y no almuerzo antes de viajar para evitar arrojar mi comida. Sí, aún estoy en nivel pre-pre-principiante.  

Algo hay cuando uno viaja. La sensación de movimiento y las imágenes cambiantes traen algún recuerdo remoto del ser. Trae, por ejemplo, cierta sensación de sentir más el interior, una aptitud más expectativa hacia uno mismo, recuerdos inconexos, historias de amores pretéritos, etc. Pero, hay algo más. Fuera de mis mareos y otras cosas, hay una sensación de no-ser. Aún estoy empezando a explorar dicho aspecto.

Lo que me he dado cuenta también, y es cosa extraña hasta ahora, es que una compania agradable puede minimizar bastante mis malestares corporales mientras dure el viaje. Pero, también, el sólo hecho de estar rodeado, muy cercanamente, de mucha gente desconocido(viajeros) y teniendo un olfato agudo, me produce cierta angustia. Aunque estoy trabajando en ese asunto. Me dice, mi madre, que cuando yo estaba en su vientre, y viajaba mucho, empezó a detestar los viajes. Mi madre también se marea cuando viaja. Sera por eso que cuando vine a estudiar a otra ciudad hizo el gran esfuerzo de venir a instalarme, vió mis comodidades, se fue y ya no regreso más, pero en realidad siempre se quedó conmigo...a su manera.

Bueno, seguiremos en el proceso de hacer más agradable mis  viajes. Es una de las cosas que debo aprender. Creo que, poco a poco, lo estoy tomando el gusto a los viajes mientras viajo a la capital de la fe, Otuzco, los fines de semana para enseñar. Sí, con paciencia, esfuerzo y fe, creo que voy a superar mi asunto con los viajes. Aunque también la  carretra a Otuzco, que tiene más curvas que la gráfico de la función seno, es para mí algo aterrador y que, entre otras cosas, contribuyen a mis mareos.

Finalmente, hay también una perfecta excusa para escribir sobre los viajes, aunque sea llevando mi mentol para aliviar el malestar. I will survive.

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