martes, 23 de enero de 2018

LOS PUQUIOS Y FUENTES DE AGUA EN LAMAS Y EL "DESARROLLO CONSCIENTE"


Nos hemos olvidado que el ciclo del agua 
y el ciclo de la vida son lo mismo. 
---Jacques Cousteau.


Palabras y más palabras

Nos enorgullecemos de nuestro pueblo y de eso que llaman sus costumbres y cultura. Repetimos la palabra folclore o tradición con mucha frecuencia cuando queremos adornar discursos o contar historias. Floreamos y nos gusta el floro y también el show. Nos encanta, pues, las palabras, nos encanta que la lengua baile al compas del ego. Sabemos algo de la historia del pueblo y celebramos con mucho entusiasmo sus fiestas. Deseamos con ansias que el pueblo se desarrolle y creemos entender lo que implica la palabra desarrollo o progreso. ¿No sé si desarrollo del pueblo será construir un estadio?¿No sé si desarrollo será remodelar una plaza de armas? En fin, esas palabritas, desarrollo y progreso, está resonando en muchas cabecitas que tienen, pues, sus intereses personales. Y eso es todo. Esas dos palabras mágicas parecen justificar todo, incluso cosas injustificables. Repetimos hasta el cansancio las frases luchar por el pueblo o amar al pueblo o el pueblo unido jamás será vencido o que la voz del pueblo es la voz de dios...pero por dios, Dios no puede ser tan idiota. La palabra pueblo también es usado con-ve-ni-en-te-men-te. A veces, todos son un pueblo. Otras veces, no conviene mencionar nada y se elige el silencio. Estamos progresando tanto que talamos los árboles cerca a las quebradas y la deforestación esta promovida por leyes que salen de las cabecitas de los delincuentes llamados padres de la patria.  Pendejos. Yo espero, de corazón, que se declare huéspedes ilustres a todos los Árboles de Renaco que existen en la ciudad de Lamas. Pero también espero, de todo corazón, que se declare persona no grata, idiota de pura sepa, imbécil, tarado, liliputiense mental, bestia, a todo aquel que tale estos hermosos árboles y, como castigo total y gran maldición,  se le condene  a ser un padre de la patria o ministro de Estado. 




Una bendición acuática

La ciudad de Lamas tiene muchos puquios y fuentes de agua. Es una gran bendición que una ciudad tenga estas bellezas acuáticas, pero es lamentable que no se las cuide y proteja como es debido. Nos hemos olvidado que el agua es parte de nuestras vidas. Más aún, el cuerpo humano es un templo acuático y una oportunidad para aprender en el paseo que dura el viaje llamado vida. Hemos perdido el contacto vital con nuestros orígenes. No olvidemos pues, señores y señoras, niños y niñas, que el agua es vida. Seamos inteligentes y sobre todo conscientes para valorar algo tan importante y vital como es el agua. Se consciente de tu pertenencia al todo y del todo en ti.

En el pasado, no hace mucho tiempo en realidad, estos lugares eran muy concurridos, cuidados y valorados por los ciudadanos. Estas fuentes de agua son parte de la historia vital de la ciudad. Nuestros antepasados concurrían a estas fuentes para agenciarse de agua, bañarse, lavar, pasar un momento divertido con los amigos o la familia o hacer una ceremonia de agradecimiento. El líquido vital era compartido por  todos los pobladores. Seguramente también muchos lamistos recordaran su experiencias de llevar algo de agua de un puquio al hogar. Todos, por algún motivo, nos hemos servido de los puquios. Incluso hasta ahora el agua para tomar salen de estas venas acuáticas. Está demás decir sobre la importancia del agua. En realidad el cuidado del agua puede ser una medida de que tan educado, civilizado y sobre todo consciente son las habitantes de cierta región. Se puede decir que cuidar el agua, en estos tiempos modernos, es una medición muy efectiva de la consciencia de los ciudadanos  y, también, es un acto por la supervivencia, por un futuro mejor, ecológico y saludable. Un pueblo con individuos conscientes cuidaría el agua como si fuera un miembro de una gran familia, como si fuera un hermano más. Un pueblo consciente cuidaría el agua, las plantas y la tierra. El  verdadero desarrollo es interior.

No podemos considerarnos, de ninguna manera, un pueblo desarrollado con ciudadanos que no cuidan ni protegen el agua. No cuidar el agua es ir en contra de uno mismo, es ir contra la vida. Estas fuentes y puquios que hay en la ciudad son las verdaderas venas del pueblo. Un ser consciente no puede hacer daño.




El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza.
---Leonardo Da Vinci


Un circuito turístico acuático



Estos lugares pueden ser muy bien aprovechados para el turismo. Puede formar parte del circuito turístico de la ciudad. Se puede ejecutar proyectos de una belleza arquitectónica singular en estas fuentes de agua. Estos lugares también pueden ser estudiados de una manera científica para proteger la naturaleza de estas fuentes y sus conexiones internas. He sido testigo, en otras ciudades del país, como se aprovechan las fuentes de agua y como estas embellecen una ciudad, le dan un toque mágico, saludable y de mucha vibra positiva. Más aún, en el pasado, en los tiempos del imperio incaico, las fuentes de agua formaban parte vital para embellecer lugares con construcciones armoniosas con la naturaleza. Grandes construcciones, que sorprenden al mundo por su avanzada ingeniería y belleza, se realizaron en torno a las fuentes de agua en tiempos de los incas. Las antiguas civilizaciones en realidad eran muy avanzadas.








La palabra en acción: 
Francisco Goróstegui Zavala 


Creo que las fuentes de agua y los puquios se empezaron a descuidar cuando Lamas empezó a tener conexión de agua potable de la quebrada de Shuschuyacu, una fuente de calidad y una bendición para un pueblo. Tal proyecto del agua potable fue fundamental para Lamas y su principal promotor fue un sacerdote vasco, Francisco Goróstegui Zavala, que demostró al pueblo su capacidad de organización para ejecutar proyectos importantes en la ciudad sin hacer tanta alaraca. El sacerdote Francisco es, sin duda alguna, un gran ejemplo para  las autoridades actuales desde que muchos proyectos están siendo mal ejecutados o están inconclusos. Lo más grave es que se observa tales irregularidades con una complacencia que ya forma parte de la costumbre local.   Es lamentable también, muy trágico en realidad, que la deforestación en las cabeceras de cuenca y sus riveras de la quebrada Shuschuyacu se haya incrementado en los últimos años. Los responsables pueden ser identificados con nombres y apellidos. Pero parece que el crimen ecológico o el nivel de consciencia no es considerado como algo que preocupe a los ciudadanos de un pueblo. En realidad de eso dependerá la supervivencia de la humanidad.




Lamas: ciudad mística

Ama el agua. El agua cura. El agua es parte de ti. Toma plena consciencia de eso. Inicia una conversación con el agua y tu cuerpo. Tu cuerpo es el templo que sostiene tus otros cuerpos. Se agradecido con el cuerpo. El cuerpo hace mucho por ti sin que lo pidas. Pide y se te dará. No cometas el pecado contra la Tierra, es decir, el pecado contra tu gran madre. No te alejes de ella. Ella te cuida. Ella te cría. Ella sostiene nuestra existencia y el viaje por este mundo. Ella es un gran ser vivo. Ella es tu verdadero paraíso. Puedes estar en el paraíso ahora mismo si tu lo deseas. No hay nada que esperar. Cualquier devoción religiosa es inútil si no se respeta a nuestra gran madre. Se agradecido. Ama el agua. El agua tiene memoria. El agua te sana. El agua es parte de ti. Inicia una reconciliación con el agua. Conversa con el agua. Se como el agua. 





NOTA: Fotos de Carlos Antonio Lay Reategui.

Advertencia: Leer no produce alzheimer. 

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3 comentarios:

  1. Buen articulo, bien por lamas. Muy rescatable.

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  2. Buen artículo. Es importante resaltar a importancia de las fuentes de agua. Me podría agenciar de los nombres de los puquios, por favor?

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