viernes, 19 de enero de 2018

LA MALA EDUCACIÓN





Marcos, después de una tarde fastidiosa de sábado, llega a casa. Su madre, María, le pregunta:
- ¿Cómo te fue hijito en tu primer día?
- Es increíble mamá que en ese lugar nos llamen ovejas. Yo ya no voy más. Se acabo todo eso, mamá. 
- Pero hijito, no es malo eso. 
- No mamá, yo no voy más.
- Marcos, tienes que hacer tu catequesis. 
- No mamá, ya no. Esa gente es rara. Me faltaron el respeto llamándome así. Yo no soy una oveja.
- No hijito, no te faltaron el respeto.
- Claro que sí mamá.
- No hijito, no.
- ¿ No vas hacer nada porqué ese señor con falda me llamó oveja?
- Ese señor es el sacerdote, hijito.
- Sea quién sea pero debes hacer algo. Ese señor tiene alucinaciones. 
- No hijito, no es para tanto.
- Pero si la otra vez armaste todo un lió en la escuela porqué el profesor de matemáticas llamó a mi hermana diablilla traviesa. Tanto que el profesor perdió su trabajo. Y ahora que el señor con falda me llama oveja tú no haces nada mamá. 
- ...
- Además él dijo que era el pastor y yo una oveja. La verdad mamá que con ese señor me hubiera gustado ser un león. El león no necesita de un pastor. Y además el hombre con falda tendría mucho cuidado en acercarse a mí.
- ...
- Yo no iré más a ese lugar, mamá. Es aburrido.
- Pero hijito... 
- No mamá. Yo no voy más. Sus cuentos sobre el infierno, el diablo y los ángeles son bien tontos. He leído mejores cuentos mamá.
- Pero hijito...
- No mamá. No voy más. Me obligan a memorizar cosas que no entiendo. Tampoco puedo cuestionar nada. Me dicen que Jesús nació de una virgen y que un tal espíritu santo era su papá. Pero mamá, ¿cómo queda José, el padre de Jesús?
-...
Y, además, mamá, hay una estatua de un hombre muerto clavado en la pared con una corona de espinas en la cabeza. Y lo tienen ahí todo el tiempo. Eso si que es abominable.
-...
- Mamá; esas personas son sádicas, enfermas y locas. Ya no voy más.


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