jueves, 18 de enero de 2018

CACAO: PLANTA MEDICINAL SAGRADA




Para una mujer de "alto vuelo".


Hola corazón de alcachofa. Esto es para ti. 

Si pruebas con calma y te observas, verás la magia del cacao funcionando en tu templo; sobre todo en tu corazón, corazón. 
Hay toda una danza en tu templo cuando el cacao forma parte de ti. Un ser sensible puede notar ese fenómeno con facilidad. 

Tú eres un ser sensible, perfecta, fuerte y sabia. 
Sólo tienes que girar un poco y ver lo que eres. 
Lo que buscas ya eres.
Se testigo de ti misma.
Sonríe. 

No olvidar: el cacao en tu alimentación siempre, corazón.

El cacao, literalmente, abre el corazón, tu corazón. Si deseas puedes comerlo como un chocolate, pero tiene que ser un verdadero chocolate, corazón. Yo prefiero comer las semillas que han sido secadas al Sol (cacao nibs) o los chocolates que me prepara mamá. Pero el cacao crudo es, con toda seguridad, una de las mayores fuentes de magnesio que nos da la Mamapacha, corazón. 

El corazón necesita de magnesio y la semilla por excelencia que contiene ese mineral en grandes cantidades es el cacao. El magnesio es también un mineral que activa muchas enzimas necesarias para el óptimo funcionamiento de las neuronas. Cuando el cerebro carece de magnesio, la claridad mental y la concentración decaen. El cacao, entonces,  puede hacer mucho por la salud mental de los políticos y los sacerdotes del país; esos parásitos sociales, cariño (risas). 

El cacao enamora y cura un corazón acongojado, corazón. El amor es un compuesto sagrado del chocolate. He sido testigo de ese fenómeno y puedo decir, por observaciones clínicas y amorosas,  que el cacao es mágico. La mujer sonríe más de lo usual y sus ojos, ligeramente dilatados, se llenan de luz.

La anfetamina del chocolate es una sustancia conocida como anandamida. La etimología de anandamida viene del sáncrito ananda, que significa éxtasis o beatitud interior. Ananda también fue el nombre del discípulo de Buda.

Qué tengas una linda noche, corazón de alcachofa.



Nota: Para saber más sobre el cacao, lea: La nutrición inteligente de Sacha Barrio.



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