jueves, 8 de abril de 2010

HARA-GANE-ANDO



Tengo la sensación que cuando uno está muy ocupado el tiempo pasa, como quien dice, volando. Yo que por mucho tiempo he sido-lo admito sin ningún remordimiento- un ocioso fundamentalista de pura sepa, he percibido tal cambio brusco en mi vida; y claro, también hay que decirlo, tal cambio brusco me ha afectado. Sí, demasiado para un vagabundo confeso. Hay, digamos para lo que estaba acostumbrado, mucho aderezo laboral-rutinario. Recuerdo que había dedicado mucho de mi valioso tiempo a leer los libros que me daba la regalada gana y para eso no me iba a la aburrida universidad-salvo para los exámenes-donde, entre otras cosas, podía ver mucha gente muerta(I see dead people). Pero ahora trato en lo posible de buscar un tiempito al día para leer un buen libro, en contraste a otros tiempos, donde el tiempo era mi mejor amigo. Pero cuando la pasión está por encima de los horarios todo es, simplemente, posible. Así que no jodan que uno no tiene tiempo, pues creo que la justicia perfecta: todos tienen 24 horas al día. También, lo confieso, había dedicado mi tiempo a cosas fáciles: conocer mujeres y meterme en lío de faldas gratuitamente(pero eso ya no lo hago, estoy en el estado de Shakespeare in love), algunos negocios; y, cosa que aún lo hago, a escribir sin tener en cuenta, de ninguna manera, las corrientes literarias o alguna moda que aparece de pronto y que un escritor principiante-y esto no quiere decir que yo no lo sea- lo adopta como un virus inevitable, pero fatal para su desarrollo; bueno, que se jodan pues. Yo me considero un escritor-explorado-buceador aislado del mundo de los escritores contemporáneos, es decir, mucho ruido y pocas nueces. Sin embargo, soy y seré un lector compulsivo. Sigamos con el asunto. Por donde iba...ah... A mí, en cambio, toda esas corrientes, o como quieran llamarlos los académicos de las universidades, me importa un pedo. Soy un lector algo clásico, pues los clásicos son mis preferidos, ya que no hay que olvidar los orígenes. Además, lo acepto, tengo problemas para socializarme que, quizás una probable causa, y esto puede parecer una locura, es que los personajes literarios(Don Quijote, El poeta Belano-¿o Roberto Bolaño?-, Ulices Lima, Juan Pablo Castel, Remo Augusto Erdosain, El coronel Aureliano Buendia, La Maga, Martín Romaña, etc., etc., etc., etc.,...) me han parecido más interesantes que las personas de carne y hueso que he conocido en este planeta, hasta el punto de considerarles personajes reales que he conocido en mi viaje(aún sigo viajando) por ese mundo exótico que otros llaman literatura, pero que yo prefiero llamarlo liveratura, yo me entiendo. Bueno, nada más delicioso que el placer de leer un buen libro. Voy a leer. Tengo unas horas. No olvides QUERIDO LECTOR, el ocio es valioso. O, si usted prefiere al estilo cartesiano: Soy ocioso, luego existo. Chau. Ahh...

El buen lector recordará este epígrafe:

¿Quiere usted la salvación de Mexico?¿Quiere que Cristo sea nuestro Rey?No


Ahora sí Chau.

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