domingo, 26 de agosto de 2018

SIMULACIÓN Y SUPERVIVENCIA EN LOS ROBOTS BIOLÓGICOS





Act without expectation
                             ---Lao Tzu.



(Artista: Carlos Quevedo)


Todo está conectado. 
Todos somos las variables de la gran ecuación cósmica
Somos parte de la gran ecuación 
y al mismo tiempo somos la ecuación
Somos una gran red interconectada. 
Somos el grafo más interconectado que existe. 
¿ Qué quiero decir con eso? 


Espera.  En primer lugar, hay que limpiar tu mente. Borrar toda la basura acumulada hasta el momento o, si puedes entender el otro lenguaje, vacía tu taza de té. Sí, es mucha basura acumulada, demasiada. Tus archivos mentales están llenos de tonterías e identificaciones estúpidas. Eso explica la razón porque los métodos en esta época google deben ser tan duros, absurdos e imprevistos como los actos de un maestro Zen. Te recuerdo que tu mente no eres tú. La mente sólo es un instrumento; un valioso instrumento, pero también puede ser tu peor enemigo. Sí, tu peor enemigo. Esto lo puedes experimentar si, poco a poco, empiezas con una observación de ti mismo. Eres el observado y el observador. Observar a los demás es fácil. Es más fácil observar la paja en el ojo ajeno... Lo ideal es que te observes con mucha frecuencia. Los momentos extremos de cólera, tristeza, alegría o sufrimientos, son oportunidades para la observación.  La familia y las sociedades no te han ayudado a crecer. Hay que borrar, por ejemplo, todos tus archivos de identificaciones inútiles. Tu no eres cristiano, musulman o budista. No te sientas orgullo de tu apellido o eso que llaman cultura. No seas idiota. No eres ni chino ni ruso ni alemán o francés. Ninguna de esas etiquetas espaciales y coyunturales eres tú. Tienes los átomos de la existencia, del dinosaurio y la piedra, del árbol y la serpiente. No naces con un partido o grupo político en la cabeza, religión o patria, esas huevadas te lo insertan como si fuera una aplicación para un iphone. Tu supuesta raza no dice nada, absolutamente nada,  sólo es una etiqueta más como tu apellido y todas las etiquetas-personalidades-mascaras que llevas encima como si te pusieras vestidos sobre vestidos. Tu educación, credo, afiliación política, nacionalidad y todas esas estupideces que te han puesto en la cabeza como grandes piojos, esos parásitos sociales (políticos y sacerdotes) que se aferran a tu mente. Todo eso, no eres tú. Cuando alguien muere, sientes cierta alegría que no fuiste tú. No lo niegues. Esa es tu naturaleza.  La muerte del otro ni siquiera te abre una ventana para observarte. Tus lagrimas son falsas.  No te engañes. Tú también estas muriendo todo los días. La aceptación de la muerte es también la aceptación de la vida. 

Eres una  variable que puede influenciar. Eres la condición inicial de la ecuación que puede hacer un cambio cualitativo. Eres el danzarín cósmico. Eres un potencial efecto mariposa que puede causar un caos saludable. Eres la singularidad que puede irradiar todo un universo. Eres el rebelde por naturaleza.  Empieza observándote. Hay todo un trabajo interior. Danza, ríe y cuenta buenos chistes. Qué puede ser más espiritual que contar chistes. La seriedad es anti-religiosa. No cometas el pecado original de no contar chistes.  No creas en mis palabras. Experimenta. 


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