El asunto es simple: los 'líderes' estudiantiles son corrumpidos(y estos cojudos se dejan corrumpir, la misma y juvenil mierda). El dinero es lo que más corre en estas elecciones. Pero también el asunto es complejo, pues el problema es estructural. El modo de elegir autoridades y los mecanismos electorales permiten la supervivencia, acaso ya endémica, de estos hechos nefastos y sus personajes que, dejando el discurso demagógico, saben perfectamente que el fin de sus actividades 'proselitistas' es económica antes que académica. Nadie puede negar que en las universidades nacionales, principalmente, se teje una red de corrupción de muchos años y que, además, a sumido a dichas universidades en una decadencia moral y, consecuentemente, académica. Durante las últimas décadas hubieron muchas protestas universitarias que, en esencia, salían a la luz por los actos de corrupción que se propagaban y se instauraba a la vista y paciencia de todos. La repartición de poder, claro, viene después. Pero previamente ya se acordó bajo la mesa o encima de ella, si un 'líder' estudiantil o docente ya cumplió con la 'decisión' de a quién elegir. Tales acuerdos nada tiene que ver con sus bases a quienes representan, prácticamente se cagan en las bases. Uno cree que los que llegan a esos puestos son personas idoneas y capacitadas o moralmente correctas. Pero, la verdad, es que el mecanismo de elección de autoridades universitarias, y estudiantiles, permite que lleguen a esos puestos los más pendejos, corruptos y seres más denigrantes de la universidad. Bueno, la historia parece repetirse y seguir tan naturalmente. El mismo patrón se repite en casi todas las universidades nacionales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario