LA LEY DEL MALTRATO ANIMAL Y EL MALTRATO DE LOS ANIMALES POR OTROS ANIMALES

¿Se aplica la ley del maltrato animal para los policías?

Introducción aclaratoria o aleatoria(creo)

La siguiente opinión no tiene nada que ver con el título de este artí-culo o vomito dominical(en ayunas). Que los animales humanos, con doctorado y cargos públicos, se acusen uno al otro ya es su problema. Total, del odio al juzgado, sólo hay unos pasos.

“(Orlando Gonzáles) es un pobre hombre. Encima, es abogado y ni siquiera entiende lo que es un procedimiento. Por eso, a la universidad la ha paralizado. La universidad está increíble e injustamente estancada y ha sufrido un retroceso increíble; y vaya a ver cómo ha devuelto el dinero (del presupuesto asignado). Haga una encuesta ahí, actualmente, la UNT es una calamidad”, sentenció con enfado. 

Opinión del ex rector de la UNT, ex presidente de la ex ANR, ex presidente del CNM, Orlando Velásquez, sobre el rector actual de la UNT Orlando Gonzáles. Tocayos del alma.

Publicado en el diario La Industria de Trujillo el 22-07-18. 

LECTURAS DEL MÁS ALLÁ PARA EL MÁS ACÁ
(no para cualquiera)

Cada vez que escucho la palabra ley presto mucha atención. Si un físico(teórico o experimental, o ambos---una singularidad escasa como Enrico Fermi o Isaac Newton--) habla sobre una ley física, como la ley de gravitación universal, la descripción de dicha ley se hace con sumo cuidado y otras veces, como el genio de Richard Feynman, con mucho humor. Su compresión y su limitación también se tiene en cuenta. Las leyes físicas no son absolutas y están sujetas a cierto relativismo inesperado pero saludable para el avance de la ciencia. Esto no es un artí-culo serio: soy seguidor de Bodhidharma. Escribo este artí-culo para que hasta un rector de universidad lo entienda(no es sarcasmo).

En matemática ocurre algo análogo, pero más universal y más hermoso(disculpen, es algo de platonismo personal...creo), quizás el más hermoso de todos los objetos matemáticos y seres vivos inmortales sería el TEOREMA. Un teorema es una verdad de aquí a millones de años luz. Estoy escribiendo toscamente y sin propiedad.  En realidad un teorema no está sujeto al tiempo y quizás a la existencia del ser humano. En palabras de Stephen Hawking: uno no puede discutir con un teorema matemático. Si alguien ha disfrutado de la belleza de la matemática en sí, quizás habrá notado la suprema belleza, el lenguaje de la naturaleza y, esto lo digo en una situación que no quisiera ni puedo explicar, habrá tenido también cierta comunicación con dios. Hay otras cosas también. Quizás no comprendidas ni aún admitidas en occidente. Son las leyes espirituales. Bueno, eso es otro asunto y otro nivel, de experiencia e inteligencia(y saludable ignorancia). 

"...es un pobre hombre. Encima, es abogado..."

--- Opinión de un ex rector.

He presentado  tres objetos en orden de nivel, desde lo bajo hasta lo más elevado. Ahora vamos hablar del inframundo, es decir, de lo más bajo de todo: las leyes humanas. Cada vez que escucho hablar a un abogado de leyes, y la cantidad de palabras que usa para describirlas y conectarlas, es cuando más me aburro y digo, para mis adentros, que estaremos pagando. Yo lo escucho en silencio sin escuchar y me pongo en modo Dirac(uso sólo monosílabos en mi diálogo). Qué manera de etiquetar objetos. El abogado debería llamarse el etiquetador. Pero el mundo es así y yo nada puedo hacer. El abogado debería aceptar el espíritu matemático y dejar de desflorarse así mismo. No obstante algo ocurre en ellos y lo rechazan. La matemática, decía Mijaíl Lomonósov, pone la mente en orden. Es también cuando más quisiera que el espíritu de las matemáticas descendiera en los abogados como el espíritu santo. Imposible. Es también cuando más promuevo en los colegios que los colegiales no postulen a la carrera de derecho y se revelen de sus padres por imponerlos, sutilmente, esas ideas de postular a derecho. ¿Acaso no valoran la vida de sus hijos? Uno no puede perderse la vida con las palabras inútiles, y además uno tiene cariño a sus estudiantes y no puede desear el mal a nadie. Además, no conozco ningún niño normal que tenga como vocación estudiar para abogado. Ese deseo no vino de él, vino de algún demonio o de algo peor, el orgullo familiar. No se enoje amigo o amiga abogada. No estoy siendo saludablemente duro como un maestro Zen. No me crean, diviértanse y rían. Chao. Me voy, me acabo de acordar que no he soleado mi ropa y ya es de noche.