La vida de este mundo no es más que un pasatiempo y un juego;
pero la morada del otro mundo es la verdadera vida.
(El Corán, 29: 64)
Silencio.
No hay vino. Hay luna.
Hay poemas.
Hay canciones.
Escribo para nadie.
Escribo para desangrarme.
Escribo para escaparme de mí.
Silencio.
Hay poemas.
Hay canciones.
Escribo para nadie.
Escribo para desangrarme.
Escribo para escaparme de mí.
Silencio.
Yo estoy durmiendo.
Yo estoy viajando siempre solitario.
Yo no soy de este cuerpo.
Lejos, en alguna estrella, cae una gota de agua.
Hay un río lejano. Me sumerjo.
Extiendo mis alas para volar.
Deseo pintar.
Pintar la cruz y al cruxificado.
Pintar un árbol.
Hay una caída libre.
Tengo una pesadilla.
Salir a caminar bajo la luna llena.
Esperar un abrazo silencioso.
No decir nada también.
Buscar una salida. Buscarse uno mismo.
Silencio.
Mis latidos.
Un beso.
Un sonido sincero.
Tomar un vaso de agua. Ser agua.
Ser niño.
Olvidarse de todo.
Vivir en el mundo sin estar en el mundo.
Ayudar. Dar. Amar.
Hacer. No hacer nada.
Respirar. Mirar los árboles de noche.
Aprender del gato.
Buscar una estrella.
Medianoche.
Sentir. No sentir.
Esperar.
Mañana es otro día.
Mañana llegan los chocolates de mamá.
Frutas. Miel. Hiervas.
Conversar con el corazón.
Callar.
Olvidar las palabras.
Olvidar todo.
Seguir caminando.
Él escucha. Sólo Él escucha.
Silencio.
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