miércoles, 3 de octubre de 2012

ANTES DE LA TELEPATIA: los últimos días de la prensa

 
Todos quieren su día. 
Qué huevada es esa. 
Es, ni más ni menos, 
la materialización del ego colectivo, 
resaltar una fugaz y perecedera existencia 
o, 
simplemente, 
sólo es un asunto huachafo. 
Más seguro lo último.
Hace poco se celebró el día del periodista. 
Su actividad, 
sin duda, 
no pasó desapercibidad. 
No por su importancia, 
sino por su naturaleza: 
es una forma de poder(joder). 
Hay periodistas que merecen un respeto 
porque conducen su actividad con responsabilidad, 
objetividad 
y, 
sobre todo, 
independencia. 
Estos últimos son pocos, 
en verdad poquísimos, 
y están en peligro de extinción 
o el sistema se está encargando de domesticarlos. 
Los demás, 
la gran mayoría de estos seres, 
son facilmente adaptables al medio ambiente político 
o cualquier otro medio. 
En realidad se ofrecen baratitos( y calatitos). 
Estos seres sólo producen nausea 
y diarrea mental, 
y tienen la función de colaborar 
en el proyecto nacional de idiotizar a la gente. 
Y vaya que lo están logrando.
...
Aldito. Mónica. Sol. 
For sale. Baratito no más...

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