lunes, 6 de agosto de 2012

CUENTOS DE ERECCIÓN


       
  
Amar la sexualidad es amar la vida,
la veneración de la creación de la vida,
afirmación del triunfo de la vida sobre la muerte.
---F. Nietzsche.

2002, noviembre (no me acuerdo el día)

            Buenas noticias. Estos días estoy demasiado calenturiento. Muchas cosas han sucedido. Escribo más y tengo sexo más con poetizas que tienen buen culo y escaso verbo. Pero ellas quieren mucha verga y eso, poeticamente hablando, es muy importante. Hay un hecho frecuente: se me para. Y se me para en momentos realmente inoportunos. Pero también en momentos acertados y gloriosos, cómicos y naturales. No sé si es efecto del clima o la comida afrodisíaca o un experimento extraterrestre de los Elohim que no logro comprender o, simplemente, estoy arrecho. Sí, más seguro que sea eso. La hipótesis de algún alienígena controlando mi verga por telepatía o algún sistema a control remoto muy avanzado puede ser descartado. Y se me para pues, señoras y señoritas, cucufatas y feministas, evangélicas y profesionales, liberales y deportistas, lesbianas y fundamentalistas, izquierdistas y derechistas, sin avisar ni pedir permiso. Le llega a un pincho las ideologías y posiciones. Salvo las posiciones sexuales de las poetizas. Se me para, pues.  Se me para en los supermercados, en las librerías, en la universidad, cuando converso con Natalia, en la combi,  en el banco y en muchos otros lugares. La temporada de paro es intensa este año y uno tiene que aprovechar el momento. Y sí, señores poetas pajeros trujillanos, se me paró y estuvo muy duro cuando tuve frente a mí a Natalia calatita, rica, deliciosa, y fui un vampiro rodeado de fuego, un loco bailarín sobre la flor de Natalia, fui un poeta escribiendo sus versos con besos de fuego sobre una piel también de fuego, y fui huracán de gasolina cerca a un cigarrillo encendido, me embriagué con sus pechos caóticos, besé sus labios(y también sus otros labios), viaje de norte a sur y de sur a norte, de labio oeste a labio este, de labio este a labio oeste, besé cada recodo de su cuerpo, besé sus pies hermosos, y cada agujero también y sentí mi verga varias veces bañada de la gloria de sus fluidos orgásmicos. No quiero ser un poeta: soy un poeta. Y a los poetas también se les para y se les para muy a menudo. 


 
Pero todo este asunto me está generando situaciones incomodas y mi reputación (la poca que me queda) está siendo jodida por mi verga. Sin embargo, algo bueno he podido sacar de todo esto: diversas y variadas historias. Pero no, no es cierto. Es en realidad mi verga la que escribe historias y es a quien corresponde la corona de laurel (recuerden que tiene una cabeza). Eso no es todo. Yo creo en la reencarnación: en mi verga, por citar un ejemplo, se ha reencarnado el mismísimo Henry Miller. Hay muchas historias que escribió mi verga sudando la gota gorda, a veces grumosa, otras veces glutinosa, muchas veces abundante, del semen literario. Sólo contaré, muy brevemente, algunas historias que pueden ubicarse dentro del género del microrelato del pene. Se me paró, por ejemplo, mientras hacia la cola en el banco y delante de mí había una muy cola: una señora bien potona (en este caso se pueden comprender a mi pene). Ella la sintió, me miró, sonrió y pude ver en su mirada mi futuro y sus ganas terribles de tener una comunicación oral con mi verga. Otra historia. Se me paró cuando conversaba con la señorita de la panadería y cuando miré el buen culo de la profesora de francés (se comprende).  Hay más. Mi verga tampoco respeta las ceremonias religiosas y parece que todo eso le llega al pincho. El fin de semana se me paró en la iglesia, en el matrimonio de mi primo, mientras observaba a una tía que estaba bien rica: bien culona, bien tetona, bien piernona y seguro también bien cachera. Hasta cierto punto puedo comprender las manifestaciones honestas de mi verga. Pero que se me pare, sin motivo alguno, en una conferencia de matemáticas, ya es el colmo. Bueno, la matemática, de algún modo excita. Pero otra cosa es que uno este arrecho  y otra cosa, muy diferente, es que un matemático se excite al demostrar un nuevo teorema. Y esa excitación es  por el placer de la comprensión y por saborear algo de la suprema belleza.  Los matemáticos, algunos, me entienden el asunto.  Si se para cuando leo una novela erótica se pude tolerar; pero que se pare cuando camino por las calles del centro de Trujillo, porque sólo se le da la gana de pararse, ya es otra vaina. Ya no respeta a la capital cultural del Perú, a esta ciudad que es la benemérita y fidelísima a la patria. Se para, pues, en cualquier lugar. No depende del espacio ni del tiempo. Se para  en las calles por donde caminó el poeta Cesitar Vallejo. Se para por las esquinas por donde alguna vez se paró Luis de la Puente Uceda. Hay más. La situación parece agravarse y en estos últimos meses he tenido muchos paros. Ahora ya se para con frecuencia y cuando le da la regalada gana. Es un rebelde sin causa(o con ella) que parece decir: ¡siempre de pie, nunca de rodillas! Si los docentes universitarios fueran como mi verga, al momento de realizar sus paros en pro de una verdadera reforma universitaria, el gobierno la tendría difícil. También parece que a mi verga mis deseos le importa un pedo. Es como si fuera un ser independiente viviendo dentro de mí, como un alien en forma de pene (bueno, es mi pene). Quiera o no quiera, le importa un pepino si me hace pasar un mal momento o un roche de esos que no se olvidan. Y mi verga se para simplemente. Ni siquiera es un lapsus. Se toma el tiempo que quiere como si fuera un burócrata.


            Huanchaco Beach
Sábado por la mañana. Calor. Olor a petróleo. Bulla. Caos. Sol. Estoy muy excitado. Se me para en el ómnibus. Observo a un emo leyendo a Neruda. Este verano-invierno es muy raro. Mandaron a la mierda a Copenhague 2009. Todos esos políticos son unos verdaderos hijos de puta. Observo a los universitarios de mierda leyendo sus fotocopias. Huevones. Siempre sus fotocopias. Creo que vi un UFO en el cielo trujillano. Cielo con chemtrails como todos los cielos. Te fumigaré y no habrá poesía. Los policías son algo enanitos ahora. Mi pene está caliente y quiere comer una vagina. La temperatura es de 28 grados Celsius. La chica que baja de la combi tiene buen culo. En este momento veo a un policía cobrando su coima. No importa. Es parte del folklore nacional. Veo a toda una fauna saliendo del mall. Mi pene sigue parado. Pienso que ella lo está chupando. Se escucha esa cumbia de mierda otra vez (cuánto por el tubo, cuánto por el tubo). Hace tanta bulla que quiero ser un hombre bomba. Calor. Quiero vender el whisky Johnny Walker etiqueta azul que robé a mi padre para comprar libros. Dicen que ya llegó 2666. Calor. Aún recuerdo tu adorable y rica vagina. Pienso en tu sexo. Ese poeta escribe huevadas. Demasiado cursi. Hipócrita. En este momento quisiera hacerme la paja. Quisiera que todas las vedettes del Perú me la chupen bien rico. Ya estoy por llegar a Huanchaco. Todavía sigue parado. Obama premio novel de la paz. Chúpate esa huevón. Mejor le hubieran dado el de miss simpatía o el premio poeta joven del Perú. Pero si se convierte en místico o algo así. Mejor no. Mira lo que pasó a esos poetas que ganaron el premio. Esos vates no tiran. Esos vates fuman bates de marihuana. Son pajeros a full time. Se están volviendo locos o cabros. Pero la poesía. Pero lo excelso. Pero las nubes del parnaso. Pero Marita Troiano. Mejor tírate un pajazo o dale por la troya. No jodas más con eso. Esos poetas no conocen ni saben que sabor tiene una vagina. Sólo están aguantados y vomitan palabras. ¿Crisis existencial? No. Es una mezcla de Osho sin ser Osho. Quizás Sartre con nausea o diarrea. Tal vez Baudelaire mal traducido. Nunca Vallejo. Seguro otro paraíso artificial trasnochado. Va a venir el niño. ¡Qué pasó! La embarazaste. El fenómeno del niño huevón. Murió otra cantante folclórica. Puta mare. Otra vez con la misma huevada. No veo televisión. Acaba de subir una chica con grandes senos. Sus senos se balancean. Oye vi un poeta. Seguro se hace el incomprendido. Esto no es poesía. Soy yo. Vete a la mierda Jim Fuk Yu. Ahora mi pene está como fierro duro y caliente. Duro. Una tía arrecha me está mirando con hambre de verga. Miro el mar de Huanchaco. Es azul o gris. Gris o azul. Hay muchos surfers. Olas vienen y olas van. Hay marihuaneros. Pastrulos. Drugos. Putos. Choros. Coqueros. Metaleros. Puntos. Traqueteros. Paz y Amor. Pasta y amor. Espero que inviten la ganya. Sigue parado y ya se nota. La tía me hizo ojitos. Tengo ganas de cagar. He comido mucho por la mañana. Ya llegue a Huanchaco. Mi pene es más importante que la universidad. Pero está en huelga. Qué se vayan a la mierda todos. Viste Sherlock Holmes. Lo leí. Quiero una vagina caliente. Hay sirenas y cachalotes varados en la orilla. La gente está demasiado gorda. Mi pene sigue más parado que nunca. Hay basura por todos lados. Hijos de puta. Escucho la música de Ciëlo a lo lejos: un amor mató al futuro (…tú y yo somos de neón…). Ya se ha parado más viendo a las sirenas. Hay algunas cucufatitas que se bañan con toda la falda y blusa. Los salvavidas están gorditos. Mi pene sigue parado. Mi pene parado. Parado. Parado. Parado. Parado. Parado. Ya te crees Eielson. Es el pájaro. Tu pájaro que está parado. No te estoy escribiendo metáforas. Es mi verga playera. El cuello. El cuello. Su lunar. No te olvides de la puntita y las dos bolas. Otra vez escribiendo huevadas. Puta mare. Parado. Parado. El pájaro parado y sus dos huevos calientes.
 
1 de diciembre del 2004
           
Ayer, por la tarde, escribí  20 páginas.  Estuve algo satisfecho con lo escrito. No. Nunca estoy satisfecho. Creo que estuve menos fastidiado o quizás había disfrutado del placer de escribir o ya me estaba volviendo un escritor idiota. Mierda. Esta novela me está jodiendo mucho. No acabo mis proyectos y ya quiero empezar otro. No terminé de corregir, por ejemplo,  el libro de relatos Jim Fuk Yu y quiero terminar esta novela que no se cómo terminará. No terminé, otro ejemplo, de corregir mi colección de poemas inútiles. No terminé, último ejemplo, de corregir mi poemario Los Brujos del Fuego. Ayer también maté a unos de mis personajes. Creo que se lo merecía. Este personaje se estaba metiendo mucho en mi vida. Traté de darle un perfil psicológico de psicópata y de lector de novelas policiacas. Hoy pienso que estas 20 páginas son adefesios.
Hoy no escribí nada.  Sólo quería escuchar música.  Empecé con el álbum del músico y compositor peruano Cocó Ciëlo (Jorge Luis Revilla): Un amor mató al futuro. Ciëlo también se llama el grupo formado por Mario y Cocó. Antes formaban  el grupo Silvania y lideraron la música electrónica en España por los años noventa. El título del álbum parece haber profetizado su muerte. Cocó Ciëlo fue brutalmente asesinado en su apartamento en Madrid este año. Se presume que el asesino habría sido la pareja del músico.




3 de diciembre del 2008

El matemático Carlos Gutiérrez falleció en Brasil. La noticia de su muerte pasó desapercibida en los medios peruanos. Casi nadie conoce al matemático que nació en 1944 en la ciudad de Ayacucho, estudió en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle (La Cantuta)  y fue profesor de matemáticas en el Colegio Nacional San Ramón de su ciudad natal antes de iniciar su carrera como matemático profesional. En 1969 ganó una beca para estudiar matemática en Brasil, donde obtuvo su grado de maestro (1971) y doctor (1974) en el Instituto de Matemática Pura e Aplicada (IMPA), el último grado lo obtuvo bajo la dirección de Jorge Sotomayor, otro reconocido matemático peruano. Gracias a una beca de posdoctorado del Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq) llegó a estudiar con Charles Pugh en la Universidad de California en Berkeley (1976-1978) y con Anatole Katok en el Instituto Tecnológico de California en Pasadema (1985-1986). Logró obtener un puesto como profesor asistente en el IMPA y llegó a ocupar la más alta posición en el instituto, profesor titular. Luego pasó a ser  profesor titular del Instituto de Ciências Matemáticas e da Computação de la Universidade de São Paulo en São Carlos. Fue elegido miembro de la Academia Brasilera de Ciências  en 1996  y fue condecorado como Comendador da Ordem Nacional do Mérito Científico  por el presidente de la república de Brasil en el 2002. Carlos Gutiérrez logró importantes contribuciones en el área de los sistemas dinámicos y  fue el primero en resolver la conjetura de Markus-Yamabe. Gran parte de su investigación fue estimulado por los trabajos de Mauricio Peixoto, el fundador de la Escuela Brasilera de Sistemas Dinámicos, y Jorge Sotomayor.

4 de diciembre

He amanecido leyendo. Kafka parece llevarse bien con mi  insomnio. Otra vez, y sin perder el gusto, vuelvo a leer al autor de La Metamorfosis. Trató de imaginar la escena de Gregorio Samsa convertido en aquel monstruoso ser. Toda la aberrante imagen, o al menos una imagen aproximada, transcurre intensa y misteriosa en mi mente. Mis latidos armonizan con la aparente tranquilidad de la escena. Su corto periodo de asombro en calma  llega a ser el mío; pero a mí, no sé porque, llega a inquietarme sutilmente. Algo parece sostener el terrible caos de la transformación de Samsa. Siento su profunda soledad y desconcierto. Siento el filo del cuchillo imaginario que traspasa su trágico ser. Hay, sin embargo, en la escena, una tranquilidad de estar al borde de abismo pero con la seguridad que algo sostiene a cada segundo el cambio: la realidad de una absurda existencia. Mi lectura transcurre como una imagen continua. Soy ahora un lector, un testigo y un cómplice. Estoy sumergido en el universo Kafka. Estoy tembloroso. Siento mis latidos. Hay una tensión. Una realidad que es absurda y que también llega a no serla.

7 de diciembre

No fui a clases hoy. No quería aburrirme con la profesora de álgebra. No quería perder mi tiempo. Eso no quiere decir que detesto el álgebra. Es todo lo contrario, el álgebra me resulta de una exquisitez única para mi deleite personal. Me quedé en mi habitación a digerir el libro de G. Birkhoff y S. MacLane, A Survey of Modern Algebra. No es la primera vez que no asisto a clases.  Estamos en tiempos de elecciones de autoridades universitarias (consejeros universitarios y toda esa vaina) y la profesora de álgebra se pasa haciendo una especie de proselitismo y raje a sus adversarios políticos en clase: quiere nuestro voto para su grupo político. Una fracción del tiempo de clase lo invierte en el curso, un curso mediocre; y la otra, la mayor parte, en hablar huevadas.

10 de mayo del 2009

Salí de mi habitación porque Natalia insistió. Estuve casi toda una semana estudiando para mis exámenes finales de análisis matemático con el texto de H. Brezis,  Analyse fonctionnelle, y  ecuaciones diferenciales ordinarias con el libro Liçóes de equaçóes diferenciais ordinárias de Jorge Sotomayor. La verdad es que me había olvidado de Natalia y me había olvidado que tenía enamorada. Fue una semana intensa entre teoremas, definiciones y ejemplos; una semana que termina con la agradable visita de Natalia. Ella está siempre hermosa y siempre tengo ganas de tirarla cuando la veo. Lo cierto es que ella es la única mujer, hasta ahora, que con sólo mirarla se me para en el acto. Pero no trajo la botella de vino y algo me decía que esta tarde no la iba a ver, justo ahora que estoy arrecho,  ella me iba a cerrar sus piernas y todas las poses que me gusta hacer con ella. Natalia tenía los pechos algo crecidos esta vez, su perfume era el mismo y estaba elegantemente vestida. No quería sexo hoy, así parece. Yo sí quería. Trajo los libros que le presté la semana pasada cuando tiramos rico y otros dos libros nuevos para que leyera, como dice ella, en tus solitarias noches de insomnio y masturbación. Sí, es buena para joderme porque eso me gusta. Trajo el libro de Houellebecq, Partículas Elementales, que ya lo había leído el año pasado, pero no le dije nada para evitar sus preguntas sobre mi apreciación de la obra y todo ese rollo de esperar algo parecido a una rápida crítica literaria de mi parte, y Mujeres, de Charles Bukowsky, un libro nuevo para mí, aunque ya había oído hablar del autor mientras me emborrachaba en una cantina por el centro de Trujillo con un amigo escritor limeño o poeta, no sé.
― Jim, hoy es el  recital de poesía en la Casa de la Emancipación, es hora que salgas de tu cueva esteparina de mierda―me dijo Natalia.
No había ido a la Casa de la emancipación desde que la seguridad del local me votó, hace tres años, por estar borracho y hacer escándalos. La verdad no me acuerdo exactamente que hice. Natalia no sabe de esa anécdota y yo me había olvidado por completo del recital de poesía. 
― Estás rica―le dije.
―Tú sólo piensas en eso. Estoy con mi mes, no puedo, aunque quisiera. Ya me gustaría que fueras mujer y sepas lo incomodo que es esto, Jim.
― Es un gran problema para los hombres también.
― Idiota...Bueno, vienes.
― Sí.

13 de noviembre del 2010

            Hace calor, demasiado. Trujillo ya no es la capital de la eterna primavera. El cambio climático, dicen, es el responsable del aumento de la temperatura. Esta ciudad, escuché decir a un taxista, es la capital de la eterna balacera. La ciudad ha cambiado. Los actos delincuenciales aumentaron considerablemente. Aumentaron los marcas (muy hábiles para asaltar y robar). El número de bandas delincuenciales (ya perdí la cuenta). El número de emos (¿?). Los que quieren ser alcalde de esta ciudad y los candidatos a congresistas por la región (bastantes pendejos). El número de universidades(al menos así dicen llamarse). El número de mujeres del mal vivir que en realidad son mujeres del buen vivir (están buenas y hay delivery). El número de cucufatas. Se hicieron muchas construcciones, sobre todo edificios (bien huachafos). Llegaron los malls y con ellos KFC, MacDonalds, Pizza Hut y otras franquicias. Aumentaron los taxistas que son muy profesionales y los taxistas que son muy profesionales para asaltar y robar. Se cambiaron las tuberías de desagüe por otras de mayor capacidad: hay demasiada mierda.
Fui a la UNT. Hoy, por la tarde, habrá una conferencia del Dr. Alejandro Ortíz, profesor principal de la PUCP, en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas. El tema: Una visión de la teoría de ondículas (wavelets). Se tratará (eso lo leí en el  afiche pegado en una vitrina de la escuela de matemáticas) sobre:
1.    Antes de Fourier.
2.    Fourier, proyecciones de su obra.
3.    A. Haar y sus continuadores.
4.    Breve visión de algunas aplicaciones de las ondículas.

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